DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1

Capitulo 21: La reina rusa.

La reina rusa.

Aker.

Me acerco a Irina ignorando la música, los viroteos y los gritos a mi alrededor. La miro como cuando quieres algo y sabes que lo tendrás en menos de nada.

Ella también me mira, como si supiera que con solo hablar con su acento ruso lograría que la embista contra cualquier pared, auto o mesa que encuentre.

Sus amigas le dan espacio, ella coloca ambas manos en mi pecho evitando que me cierna sobre ella completamente. No puedo evitarlo, me pican las manos por sentirla.

Le sonrió de lado mirándola a los ojos más verdes del mundo, el brillo natural en ellos hoy está más resplandeciente.

—La carrera ya va a empezar, Irina—susurro.

Ella alza el mentón, con superioridad, como siempre.

—Lo se, esperó todas estén listas para tragar polvo—sonríe perversa.

—Me gusta cuando sabes lo que eres capaz de hacer—ladeo la cabeza.

—Es bueno saberlo, soy capaz de muchas cosas. Esta noche verás una de ellas.

Se separa y doy un paso atrás cuando ella avanza uno.

—Empecemos con la que más se mueren por ver—camina hacia su auto y la sigo—es decir, verme correr.

Inmediatamente siento tensarse la parte más sensible de mi cuerpo. Ella no puede hablar y caminar así sin provocarme nada. Su arrogancia la hace ver mas alta a pesar de ser tan pequeña y su ego la hace lucir más elegante y mimada de lo que ya es.

La sigo y observo cómo unos metros más allá está mirándonos el mismo palurdo que saque de su casa hace unos días.

Aprieto los labios y avanzo pasándola. La volteo dejándola contra mi pecho y no espero protesta de su parte cuando tomo un puñado de su cabello y me apoderó de su boca con bestialidad.

Me corresponde, porque no es capaz de controlarse de un todo conmigo, y no me importa, me encanta que su autocontrol se vaya al caño cuando me tiene cerca.

Pasó las manos por su cintura estrechándola con fuerza contra mi pecho, sus manos van al cabello de mi nuca y me acaricia, he notado que le gusta mucho mi cabello y a mi me fascinan sus tetas.

Ladeo la cabeza profundizando el beso que me pone a mil y se lo demuestro pegándola más a mi, abro los ojos observando a su espalda como Scott nos mira, aprieta los labios y se da la vuelta marchándose, sólo así, me concentro solamente en la pequeña malcriada que tengo en mis brazos.

Lo conozco, he corrido montones de veces contra el, pero en ninguna me ha superado, y si piensa que con Irina también es una competencia pues bien, que se siente a ver cómo lo hago tragar polvo.

Irina jadea cuando mi lengua danza con la suya, mi mano va a su cabello y tomo un puñado de él acercándola más a mi boca si es que es posible, solo entonces, cuando suena el silbato es que logro acordarme del mundo a nuestro alrededor.

Ella se aparta con suavidad, se muerde los labios y alza la vista mirándome a los ojos.

Resulta muy fascinante como un par de ojos pueden emocionarte, como pueden destacar entre la multitud incluso reconocerlos si solo los vieras a ellos directamente.