DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1

Capitulo 20: Emoción.

Emoción.

Irina.

Abro lo ojos con pesadez, me siento muy descansada. Me estiro en mi cama y suelto un bostezo antes de frotarme los ojos. Enfoco con la mirada en el techo pero raramente no veo mi reflejo y...

Muy bien, está claramente no es mi habitación y lo confirmo cuando miro a mi alrededor y los tonos neutros mas el aroma a loción masculina se filtra por mis fosas nasales.

Estoy en la cama de Aker.

Y él no está.

Ignoro mi pulso acelerado cuando recuerdo cómo es que termine dormida aqui, me siento en la cama y me froto los ojos antes de salir de ella y darme cuenta que estoy en bragas y blusa.

Recuerdo haberme acostado sin ellas, el tuvo que habérmelas puesto. Me froto el rostro, no sé porque el que haga este tipo de cosas me acelera el corazón.

En el diván de la habitación están mis cosas, alcanzo el móvil y observo que he dormido casi cuatro horas. Mierda, tengo que irme o llegaré tarde.

Me visto con rapidez y tomo mi bolso junto con el móvil, el apartamento está a oscuras, no hay rastro de Aker por ningún lado.

Avanzo hacia la puerta y la abro, está sin llave, le coloco el seguro y cierro saliendo del apartamento. Camino hacia el ascensor y oprimo el botón a mi piso.

Una vez adentro me llevo un dedo a los labios y cierro los ojos. Solo puedo ver en mi mente las grandes manos de Aker pasearse por mi cuerpo, el frió de sus anillos quemando mi piel con cada toque, el roce de su aliento que me hace estremecer y dios yo...

El móvil me suena espabilandome. Las puertas se abren y salgo caminado por el pasillo viendo el mensaje que me enviaron.

Es Aker.

«10pm. Englewood, no te demores»

Trago saliva, no dice nada más pero no es necesario. Busco mi llave en mi bolso y entro a mi casa. Suspiro, Harry Styles se escucha por todo el apartamento y sonrió cuando veo como la sala es un revoltijo de prendas, maquillaje y zapatos.

Esmi y Audrey están pasándose prenda por prenda. Me acerco un poco dejando el bolso en la mesa y logro captar la atención de ambas.

Los ojos de Audrey me miran de arriba a abajo y Esmi le pone pausa a la música.

—¿Donde estabas neni? ¿Sabes que hora es? ¡Tenemos que irnos en media hora y ninguna está lista!—Audrey se exaspera viniendo hacia mi.—te ves como si hubieras hecho el frutifantastico.

Me rio.

—Lo importante es que llegaremos.

—Pero como que estás de buen humor ¿eh?—Esmi se acerca y me planta un beso en la mejilla.

Me muerdo el labio cuando baila las cejas con provocación.

—Se puede decir que estoy descansada—suelto un suspiro.

—Vamos a llegar tarde—Au se sienta en el sofá y entierra la cara en los cojines. Esmi y yo reímos—no se burlen de mi.

—No nos burlamos—sonrió y me acerco apartándole el cabello de la cara—¿qué pasa?—inquiero cuando no está sonriendo.