Capitulo 27: Se viene lo chido

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Se viene lo chido.

Irina
10 de marzo del 2021.

Sonrió sintiendo pequeños besos en mi cuello. No quiero abrir los ojos por lo que me mantengo así y emito un "mmm" de puro placer cuando los besos húmedos son en mis labios.

—¿Que va a desayunar la rusa?—el acento alemán se le marca mucho más en las mañanas. Me deleito al escucharlo.

—No lo se, háblame en alemán y te dire—suspiro, enredando mis manos a su cuello, aún sin abrir los ojos.

—Du bist wunderschön blond—exhala en mi oído y me estremezco al oírlo. Seguido de eso su risa hace que me vibre el pecho—¿feliz?

—Mmm, si.—sonrió, abriendo los ojos encontrándome con el ébano en su mirada a centímetros de mis labios—. Ahora dime que dijiste.

—¿Estas segura? Podría ser un secreto de estado. No puedo andar divulgando esas cosas—se burla y me rio.

—¡Dime!—exijo tomándolo del cabello.

—Ya, pero si eres una rusa exigente y tonta, me impresionas cada vez más—deja caer la cabeza en mi cuello y me besa la clavícula.

—Tu eres bien imbecil cuando te despiertas—espetó—vamos, dime.

—Si te los digo, no lo volverás a repetir. No quiero que amenace mi imagen y si alguien pregunta, lo negare—me molesta y le saco la lengua.

—Mira que te tengo tanto miedo yo...—ruedo los ojos—dime.

Me mira a los ojos, su mano cae en el cabello que me tapa el rostro y me lo aparta colocándomelo detrás de la oreja, Aker me mira con tanta intensidad que fácilmente podría embarazarme con solo mirarme.

—Dije, que eres hermosa, rubia—musita.

El corazón se me acelera con lo que dice, me siento como una niña emocionada. Le sonrió abiertamente porque no puedo evitarlo.

Me devuelve la sonrisa despreocupada y lo beso por que las ganas son mas que la pena.

Desde ese día en su despacho en la casona de la bodega. Descubrí la habitación que utiliza para cambiarse cuando... Lo requiere, no he preguntado, eso fue lo que dijo y yo no quiero sonar metiche.

Por otro lado, cuando salíamos de ahí se hablaba de un tal Lars el cual fue la última persona en sentir/vivir la ira del alemán, tampoco quiero preguntar porque algo en mi me dice quien es.

La cosa es que, no se ha despegado de mi (ni yo de él) desde ese día. No hemos podido tener nuestras manos quietas en ningún momento y eso lo llevo a estar en mi departamento desde hace días.

Me siento en la cama y el coloca mis piernas encima de las suyas tocando mis muslos. El rubor me tiñe las mejillas ya que me siento el rostro ardiendo.

—Te estás sonrojando...—se burla pellizcándome la nariz—¿es que andas pensando muchas perversidades?

La respuesta podría ser no, pero es un si. Mis piernas aún tiemblan luego de ese día en la oficina, ese día Aker fue tan distinto a como es siempre que no puedo dejar de pensarlo.

DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1Where stories live. Discover now