DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1

Capitulo 24: Ya empezo lo mas cabrón

Ya empezó lo más cabrón.

10 de febrero del 2021.
Irina.

Mi frente arde al igual que mis pulmones, el humo me hace toser pero apenas puedo mantenerme consciente, algo me está aplastando y no logro moverme.

El fuego lo llena todo y mis oídos pintan, parpadeo tratando de enfocar y toda la imagen que me destroza la veo borroso delante de mi.

—¡A mi hija no!, ¡a mi, matame a mi!—el grito de horror de mi madre es todo lo que baña mis oídos.

Mi campo de visión logra en focalizar y la veo a mi lado, tratando de quitarme ¿una puerta? De mi espalda, su cabello marrón está sucio y el miedo en sus ojos iguales a los míos me hacen arder el corazón.

Entonces lo veo, el hombre que está de frente a ella, tiene un pasamontañas y un arma apuntada hacia mi. No logro distinguir sus ojos ni su ropa, no logro ver muy bien porque empieza faltarme el aire.

No puedo respirar, me repito una y otra, todo se relantisa, no veo bien pero capto como el hombre que antes me apuntaba ahora lo hace hacia mi madre, mira a un punto detrás de mi y luego de nuevo a mi madre, giro el rostro hacia ella, él la toma del brazo sin dejar de apuntarle alejándola de mi, alzó la mano hacia ella, necesito que me ayude, que me ayude a respirar.

—¡Irina!—grita.

Su mano nunca baja en dirección hacia la mía, solo lo hace cuando el disparo le atraviesa la cabeza y yo me vuelvo nada.

Despierto bañada en sudor jadeando por aire. Me llevo una mano al pecho tratando de calmar mi respiración pero no puedo, el aire empieza a faltar en todo mi entorno, tengo algo húmedo en el rostro y me llevo la mano a las mejillas notando que son lagrimas.

No escucho nada, no veo nada más que los ojos sin vida de mi madre y yo perdiendo la razón.

—¡Irina!

Alguien me toma el brazo, siento que me sacuden, que me hablan pero veo borroso, necesito mi inhalador, lo necesito ahora.

Alguien se coloca delante de mi, veo dos esferas negras desenfocadas, el pitido en mis oídos disminuye y noto que es Aker.

—Abre la boca—ordena.

Apenas puedo captar la orden, hago caso como puedo. Me toma de las mejillas ayudándome a abrir mis labios e introduce el aparato del que prácticamente depende mi vida.

Sigo sus instrucciones y de apoco mi respiración se calma. El alivio inunda mi sistema y me paso las manos por el rostro tratando de borrar lo que acaba de pasar.

Aker se coloca a mi lado y me abanico con la camiseta suya que tengo puesta.

—Respira con calma—murmura sobándome la espalda.

Cierro los ojos, maldito sueño, ¿por que siempre son los mismos? Además, tenía tanto tiempo sin tener esa pesadilla de nuevo.

—¿Que hora es?—susurro.

—Las tres de la mañana.