DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1

Aker.

20 de enero del 2019.
Seattle.

El frió y lúgubre lugar no ayuda mucho con el infernal invierno en el que estamos, no hayo la hora de que se vaya la maldita nieve, pero si no quiero llamar la atención no puedo estar en otro lugar que no sea esta pocilga.

Los comensales más ordinarios que pueden existir se pasean de aquí para allá tomando grandes tarros de cerveza barata, mujeres con minifalda que en otro momento me hubieran interesado enseñan el escote donde los hombres con panza cervecera y sin gracia les dejan billetes sueltos en los brassier.

Ignoro todo porque lo único que siento en este momento es asco, ira y demasiada sed de venganza, relleno de nuevo el vaso con vodka barato y me lo llevo a los labios para luego hacer una mueca, asqueroso, ni buen vodka hay.

Juego con los anillos de mis dedos justo cuando siento su presencia sentarse a mi lado en la horrible barra de este bar de mala muerte.

—Me dijeron que eres el mejor para esto—murmuro sin alzar la vista apenas se sienta.

—Y a mi no me dijeron que te vería tomando vodka barato—elevó la comisura de mis labios ante su insolencia.

—No quería llamar la atención.

—Se nota.

—¿Quieres beber algo?

—No voy a beber Whisky barato—podría jurar que rueda los ojos—ahora dime que hago aquí—noto la impaciencia en su voz y alzó el rostro mirándolo.

—Mataron a mi padre, quiero que averigües quien fue y por que—digo sin rodeos lo que tengo consumiendo mi mente por el último mes.

Lo veo chasquear la lengua y me mira sin expresión alguna.

—No soy adivino.

—Me dijeron que eras el mejor—repito.

—Yo se que soy el mejor—bufo, que insoportable.

—¿Eres así con todos tus clientes?—arrugo las cejas y el se encoge de hombros.

—No, a menos que me citen en algún lugar sin buen Whisky —ironiza y Dios estoy por arrepentirme.

—Eres insufrible.

—Gracias, me lo dicen todo el tiempo.

Ruedo los ojos.

—¿Vas a ayudarme o no?—increpó perdiendo la paciencia.

—No necesitó que me digas lo que quieres que haga, necesito que me digas lo que tengas, algo que me pueda ayudar a empezar.—espeta.

Muerdo mi mejilla interna y luego bebo lo que me queda de este horrible vodka.

—Yo estaba con mi padre y...—me detengo y niego con la cabeza, saco del bolsillo de mi cazadora lo que traigo—dejaron esto en ese momento, puede que te sirva.

Se la entregó y observó como la mira, parece por un segundo reconocerla, tensa la mandíbula y luego me mira inexpresivo antes de tomarla y guardarla.

—Veré que puedo hacer—es todo lo que dice.

—Necesito información.—insisto.

—Y yo necesito un buen Whisky pero claramente no me lo darán acá, estaré en contacto—se pone de pie y me da la espalda dispuesto a irse.

—Helios—lo llamó y se gira.—todo será bajo cuerda, la policía no puede saber, aún.

Me mira con los ojos entrecerrados, parece que me evalúa para luego rodar los ojos e irse.

Aparto la mirada de donde se fue, pago el vodka con sabor a mierda y salgo del local más horrible que he pisado en mi vida.

Espero que haga su trabajo, de lo contrario lo haré yo a las malas y de forma nada legal.

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Pronto en actualización