DOLOROSA CONEXIÓN [+18] #1

Capítulo 31: Unos enamorados en Alemania.

Unos enamorados en Alemania.

Este capítulo es un borrador, no me dio tiempo de leerlo y corregirlo. Culpen a mi bestie Merlys por apurarme, un beso en la cola.

Aker.

Irina se acerca a mi con algo en la espalda, arqueo la ceja mirándola con detenimiento. Se sonroja y yo sonrió sentándome en el borde de su cama.

—¿Que traes ahí?—ladeó la cabeza.

Ella se mira los pies, nerviosa antes de carraspear.

—Emh, te compré un regalo—musita muy bajito.

—¿Ah si? ¿Y que es?—me enderezo.

Ella suspira y sin mirarme me muestra lo que tiene en su espalda, es largo y está envuelto en papel.

Me lo entrega y lo coloco en mis piernas, rompo el papel y veo un bastón con una serpiente la cual está alrededor de la madera desde un extremo a otro. Es negro y las serpiente es de un color plateado.

—Es oro blanco.

La miro y da un paso hacia mi.

—¿Has escuchado de Esculapio?—niego con la cabeza—. Es el Dios de la medicina, y un bastón con una serpiente era su símbolo.

Me mira apenada y admiro el bastón, lo sujeto con fuerza sin dejar de detallarlo. Incluso noto como en la punta del mango tiene mis iniciales.

—Esas la mande a hacer. —al ver que no digo nada vuelve a hablar—¿te... gusta?

La miro de nuevo y dejo de lado el bastón. La toma de las caderas y la siento en mis piernas antes de tomarla por la nuca y besarla.

—Mucho, gracias—musitó besándole la frente.

—No es nada—susurra—.¿me acompañas?

—¿A donde?

—A mi lugar favorito de esta casa.

🏍️

Irina enciende un interruptor el cual le da vida a todo un garaje con múltiples autos clásicos y motos de colección.

La rusa me sonríe y camina entre los autos.

—Mi padre me metió su amor por ellos por los ojos—se ríe pasando la mano por un descapotable azul eléctrico—. Conduzco desde los 12 gracias a ello, esta es la colección personal de mi padre.

Miro todo con deteniéndome y admiración, me gustan los autos si, pero más las motos, no soy de correr como ella simplemente lo hago porque sé hacerlo y me conviene.

—Es notable la pasión de ambos—ella asiente sonriendo. Le hago un gesto hacia las motos—. ¿Todas de ahí que marca son?

Ella camina y la sigo hacia las motocicletas.

—Son Ducati y Harley—espeta—. Esta de aquí es de Kaia.

Arqueo una ceja.

—¿Kaia?

Asiente.