Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-

Pequeña

Narras tú

–¿Me estás diciendo que mi mejor amiga es millonaria y yo podría retirarme ahora y ella me mantendría para toda la vida llena de lujos y caprichos?– preguntó Melissa y reí asintiendo.

–Podría hacerlo– sonrió.

–Nah, me gusta actuar– la abracé por los hombros.

–A pesar de que todo es mío...supongo que ellos tienen la mayoría de las cosas, debería conseguir un buen abogado– asintió y miré hacia el parque donde Lyra jugaba con Chris y los hijos de Chyler.

–Se llevan bastante bien– dijo esta última al ver a Noah corriendo tras Lyra.

–¿Cuántos...cuántos años tiene Noah?– Katie rió.

–14, ¿Por qué?– Melissa también rió.

–Vas a llegar a tu casa y le vas a decir que tiene prohibido acercarse a Lyra con intenciones más allá de una amistad– sonrió.

–¿Cuántos años tiene Lyra?– la miré.

–Tiene doce, va a cumplir trece en menos de dos meses– giró los ojos.

–Por favor, Noah solo piensa en videojuegos, los niños de esa edad no saben nada de las relaciones– miré a Katie.

–Tiene razón, mi amor, a esa edad yo ni siquiera sabía qué era el sexo o los besos– mordí mi labio mirando a Melissa.

–¿Cómo le decimos a estas viejas que las cosas han cambiado?– soltó una carcajada y me levanté para correr antes de que alguna de las dos me pegara.

–¡¿Me dijiste vieja?!– Chyler me lanzó una manzana y reí.

–Te vas a quedar sin sexo por un mes– negué de inmediato.

–¡No!– volví con ellas –No les quise decir viejas...bueno, a ti sí– dije mirando a mi amiga y reí –Noah no puede pensar solo en videojuegos y además Lyra es hermosa...así que llegas a tu casa y le dices a tu hijo que se despida de lo que tiene entre las piernas si se acerca a mi hija, porque se lo corto– las tres de rieron.

–Pobre Lyra...me compadezco de ella– dijo la rubia.

–Cállate– me senté junto a mi esposa –Dile que aleje a su mocoso de nuestra hija– se rieron y fruncí mi ceño al ver que se sentaron bajo un árbol a conversar.

–Mi amor, solo están hablando– suspiré.

–Me parece una falta de respeto que no me apoyes– me dio un beso.

–Cariño...– tomó mi mejilla –Lyra está bien, no está haciendo nada malo y Noah tampoco– me crucé de brazos.

–No quiero ser abuela aún– Chyler me miró con una sonrisa.

–No te preocupes...le enseñaré cómo se usa un condón– Katie me afirmó cuando iba a pararme y me abrazó.

–¡¿Quieres tener un hijo menos?!– dijo mi esposa dándole un golpe en el brazo.

–¡Es broma! Te lo digo en serio, Noah ni debe saber para qué sirve lo que tiene entre las piernas– la miré.

–¿Quieres pastel?– preguntó Katie llamando mi atención –Es tu favorito– sonreí asintiendo y escuché la risa de mis amigas.

–Es alérgica– dije cuando me dio un pedazo.

–¿A qué?– preguntó Melissa.

–Al latex– se miraron y luego a mí.

–Oh...– reí.

–Así que despídete de tu hijo si Lyra me dice que tiene una reacción alérgica en cierta parte del cuerpo– dije sonriendo y luego miré a la pequeña –Está hace dos días conmigo, esto es demasiado para mí...¡Lyra!– la niña me miró de inmediato –¡¿Quieres pastel?!– asintió levantándose y corrió hacia nosotras.