Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-

¿Cuáles serán los límites?

Narras tú

Los pequeños se habían quedado dormidos hace casi una hora, llevé a Harry a su cama, besé sus frentes y fui a la sala, tomé el libro que Katie me había regalado para seguir leyéndolo y sentí pasos mientras me sentaba en el sofá.

–Ya es tarde...– miré a mi esposa –¿No vas a ir a dormir?– negué.

–No tengo sueño aún– miró al piso.

–Está bien...yo ya dormiré– me miró y asentí.

–Buenas noches...Te amo– sonrió levemente.

–Te amo– se fue a la habitación y pude leer solo unos pocos minutos más.

Cerré el libro dejándolo en la mesa y comencé a llorar. Cubrí mi boca para no hacer ruido y me quité los lentes que ocupaba para leer. Abracé mis piernas apoyando mi cabeza en ellas, intentando reprimir mi llanto, pero fue imposible.

———

–¿Mami?– abrí los ojos y me di cuenta de que me había quedado dormida –¿Quieres dormir conmigo? Son las dos de la mañana– asentí y tomó mi mano para que la siguiera. Me miré en el espejo de su habitación, noté que mis ojos estaban muy rojos y mi cara se veía algo pálida.

Seguí caminando hasta su cama y me quité los zapatos, Lyra se recostó a mi lado y encendió las luces de la cama, que era como la nave de Star Wars.

En el techo habían estrellas que simulaban las ventanas y sonreí al ver ese detalle.

–Mami...¿Quieres hablar?– negué.

–No quiero preocuparte con mis problemas, pequeña– se acomodó para abrazarme.

–Eres mi mami...siempre me preocuparé cuando te vea llorar– apoyó su cabeza en mi pecho y la abracé –Y sé que me ves como a tu pequeña...siempre lo seré, pero tengo la madurez como para ser tu apoyo, así como tú siempre serás el mío– besé su cabeza y comencé a contarle lo que me aquejaba.

Lloró conmigo mientras le contaba cómo me sentía y en lo mucho que me dolía, comprendió totalmente la situación y me dijo que a pesar de que ella amaba a su mami Katie, consideraba que ella era la equivocada en este punto. Cuando vi que eran las cinco dije que durmiéramos y lo hicimos abrazadas.

A la mañana siguiente me desperté con su alarma y fui a la habitación a buscar mi ropa, saludé a Katie con un gesto y me cambié rápidamente para luego ir a la habitación de los pequeños a vestirlos.

Katie preparó el desayuno y nos sentamos a comer, la incomodidad se notaba y suspiré cuando me llegó un mensaje.

–Hoy la guardería no estará disponible, una de las profesoras fue contacto estrecho con alguien que dio positivo– Lyra me miró.

–Yo los cuido, hoy solo tengo clases de español y música, la de matemáticas se canceló– miré a Katie.

–Me parece una buena idea– respondió mi esposa y asentí.

Cuando terminamos de desayunar nos despedimos de nuestros hijos y subimos al auto, puse la radio a volumen alto para no tener que hablar y fui mirando por la ventana todo el camino. Al llegar la miré y nos quedamos allí por un rato.

–¿Cuándo podremos hablar?– preguntó tomando mi mano –Sé que me equivoqué y que tengo que cambiar demasiado...pero no soporto estar lejos de ti...Menos si sé que estás mal por mi culpa– acaricié su mano.

–Hablemos al volver a casa– entrelacé nuestros dedos y llevé su mano a mi boca para darle un beso –Ahora concentrémonos en el trabajo– asintió y me bajé del auto. Como llegué sola al set fui la primera en ir a maquillarme, cosa que siempre hacía Katie mientras yo iba a comer algo a pesar de ya haber desayunado.