Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-

Ella va a estar bien

Narras tú

–¡Abre la boca!– me acomodé para intentar meterla pero se movió botándome del sofá y salió corriendo.

–¡Oisin!– gritó Katie, yo recogí la jeringa y corrí tras él –¡Ven aquí!– suspiré sentándome en el piso cuando salió al patio –Mejor compremos el medicamento que viene con la comida, así como vamos no podremos hacerle el tratamiento– dejé la jeringa en la mesita de café.

–La pediré por delivery– asintió y la puerta se abrió.

–¡Hola!– Lyra corrió hacia mí para abrazarme y besó mi mejilla, con Chyler nos pusimos de acuerdo para ir a buscar a nuestros hijos día por medio, porque iban a la misma escuela.

–Hola pequeña, ¿Cómo te fue?– sonrió yendo hacia Katie.

–Hola ma– le besó la mejilla –Muy bien, me aceptaron en el equipo de hockey– sonreí extendiéndole mis brazos para que volviera a abrazarme.

–Voy a ir a verte a todos los partidos y te apoyaré cantando y gritando– rió.

–No lo dudo, mami– se quitó la mochila –¿Es el medicamento de Oisin?– asentimos.

–Intentamos dárselo como por veinte minutos pero es imposible– dijo mi esposa y Lyra llamó a Oisin, este vino hacia ella y tomó el medicamento para hacer que se lo tragara fácilmente –¿En serio? Eres un puto traicionero– reí.

–¡No digas malas palabras frente a nuestra hija!– nos reímos y me levanté.

–¿Hoy va a venir la tía Melissa a cuidarme?– asentimos.

–Tenemos que hacer unos...trámites– se sonrojó.

–Sí...trámites...no quiero saber– reí cuando se alejó corriendo para ir a su habitación.

–¿Tramites? ¿Es en serio?– mordí mi labio.

–"Voy a ir a tener sexo desenfrenado con tu madre a un motel"– susurré –¿Preferías que dijera eso?– se rió negando y me besó.

———

–_____, al menos espera a que entremos– reí sin dejar de besar el cuello de mi esposa y cuando abrió la puerta entré rápidamente, cerré la puerta tras de mí y la hice chocar contra la pared.

–Estoy tan caliente– sonrió tomándome del trasero para atraerme a su cuerpo y gemí sobre sus labios.

–Yo también lo estoy– le quité la camiseta y me detuve para mirarla.

–Eres tan hermosa...extraño tanto hacerte gemir mi nombre– mordí mi labio mientras la miraba –¿Qué tal si te desvistes para mí?– sonrió y me siguió a la cama, me quité la mochila en la que traíamos algunos juguetes y la dejé a un lado para luego llevar la vista a mi esposa.

–Creo que es necesario decirte que ayer– se quitó lentamente el brazier mientras me hablaba –Mientras ayudabas a Lyra a dormir– me lo lanzó y sonreí admirando sus hermosos pechos –Estuve pensando en qué me gustaría hacer hoy– llevó las manos a su pantalón –Una cosa me llevó a la otra...y por eso estaba lavándome las manos cuando saliste del cuarto de Lyra– reí.

–¿Te calienta pensar en mí?– asintió.

–No te imaginas cuanto– se giró y comenzó a bajarse el pantalón –¿Tú te calientas pensando en mí?– mordí mi labio pegando mi vista en su trasero.

–Siempre– me miró por sobre su hombro y tenía una sonrisa.

–Quítate la ropa también– asentí levantándome para hacer el mismo espectáculo que ella.