Narras tú
–Creo que...voy a tener un orgasmo solo de imaginar lo que quiero hacerte– sonreí.
–Soy toda tuya– susurré y me tomó de la cintura, me atrajo a ella para besarme y caminó hasta hacerme chocar con la pared.
–Espero que hayas comprado una silla de ruedas, porque la necesitarás– dijo y sus pupilas se expandieron levemente.
–Claro que lo hice– sonrió y me quitó la camiseta para llevar su boca a la parte superior de mis pechos.
Pasó su lengua por estos y luego subió a mi boca para besarme, a la vez que sus manos se metían por mi pantalón para apretar mi trasero.
Lo desabrochó para después bajarlo y sonreí cuando se detuvo a observarme por un minuto.
–Me encantas– me hizo abrir las piernas y pasó sus dedos por mi entrepierna. Comenzó a moverlos hábilmente por sobre la tela y gemí ante la agradable sensación.
Tomó la prenda para bajarla mientras acariciaba mis piernas, levanté mis pies para que la sacara y subió su vista a mi rostro.
–Comenzaremos suaves– comentó y sonreí. Sacó su lengua para pasarla por entre mis pliegues y succionó mi clítoris, haciéndome temblar por el placer. Apoyé mi espalda en la pared y siguió moviendo hábilmente su boca.
–¡Ah! ¡Katie!– sonrió metiendo sus dedos para moverlos en forma de gancho y así acariciar mi punto G.
Puse mis manos en su cabeza para indicarle que moviera su lengua allí, así que hizo presión con su lengua sobre mi clítoris y me afirmé de la pared para no caer durante el intenso orgasmo.
Se levantó sonriéndome y me acerqué a ella para besarla. Pasó su lengua por mis labios y sonreí dándole acceso a mi boca.
–Hora de subir la intensidad– sonreí y se alejó, fue hacia el mueble donde le dije que estaban las esposas y tomó unas –Date la vuelta– lo hice e intentó poner las esposas, pero falló en el intento.
–Estas tienen otro sistema– me giré y me miró atenta –¿Te muestro cómo se ponen?– asintió –Dame tus manos– las puso delante –Primero las pones en ambas muñecas, luego tiras esta palanca de aquí y así puedes cerrarlas– lo hice –Y esta es la llave– fui hacia el mueble y la tomé.
–Oh, ya entendí...ahora quítamelas– sonreí.
–Se me ocurren otras ideas, mi amor– frunció su ceño.
–_____...– reí.
–Caíste muy fácil...y ahora yo tengo el control– susurré en su oído y se rió negando.
–Ábrelas– negué.
–La que debería abrir algo eres tú– estaba sonriendo, probablemente sin poder creer lo que le estaba haciendo.
–Cuando me sueltes...estás muerta– sonreí y tomé una cadena de las que colgaban del techo, enganché esta a las esposas y antes de que pudiera quitarlas, apreté un botón que subió la cadena y Katie quedó con las manos extendidas sobre su cabeza.
–No creo que puedas moverte cuando termine contigo– fui hacia el mueble y tomé unas tijeras, sabiendo que me mataría por lo que estaba a punto de hacer. Las puse en la parte inferior de la camiseta y comencé a cortar hacia arriba.
–_____...– reí.
–¿Sí, mi amor?– terminé de cortar y llevé la tijera a la manga derecha, para también cortarla.
–Estás muerta– sonreí sin dejar de cortar, para sacar la prenda.
–Lo sé– corté también su brazier y mordí mi labio para no reír –Te ves muy sexy...tanto que me dan ganas de dejarte sin caminar por unos cuantos días– le di una nalgada y gimió levemente.
ESTÁS LEYENDO
Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-
Fanfiction_____ trabaja en Supergirl interpretando a la hermana menor de Kara y Alex Danvers. Su última relación la dejó marcada y llena de inseguridades por el modo en el que acabó. Pero como en toda historia cursi, todo cambió cuando Katie McGrath se unió a...