Capítulo 18

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Tommy

Mi cabeza me está matando, algo sobre esto me había comentado Ian, creo que es a lo que le llaman resaca. Estaba muriéndome de sed.
Me removí un poco sobre la sábanas, pero, esto es diferente. Son más suaves y seguramente mas costosas que las que tiene Ian. Fruncí levemente el ceño y abrí los ojos muy despacio, pero la habitación está demasiado obscura como para reconocer algo.

Dentro de mí, inconscientemente, comencé a recapitular todo lo que pasó la noche anterior. Fuimos a la fiesta, Ian tomando y besando a cuanta chica se le ponía enfrente; el asqueroso sabor de la cerveza, Ian dándome algo para "bajarme la borrachera" y después... ¡Ay Santo Dios! Creo que estoy alucinando de nuevo. Ian no me pudo haber besado ¿o si? Bueno, de todas formas lo más probable es que él también lo haya olvidado. Pero entonces, ¿Dónde estoy?

—Hola —Me asusté, era la voz de Mr. Brown detrás de mí. ¿Cómo era posible que...? Dios...

Los recuerdos de la noche anterior llegaron como cañones bombardeando mi cabeza. Sus labios, el beso en el auto, sus manos tocándome, mi virginidad perdida. Abrí mucho los ojos y no dije nada ¿Qué se supone que le diga? Realmente estaba avergonzado, quería irme a casa y meterme dentro del guardarropa y no salir en un mes entero.
—Ho-Hola. Iré a preparar el desayuno. —yo estaba del lado derecho de la cama aún semi-acostado y él de lado izquierdo, de pie, así que no tuve que mirarlo a la cara al hablarle. Primero me senté, por alguna extraña razón ya llevaba mi bóxer puesto, pero, maldición, si que me dolían las caderas.
—¿De qué hablas? son las 4 am. ¡Espera! Tomm... —Gritó Dereck en cuanto me puse en pie, bueno, cuando hice el intento.

Las piernas me temblaron y perdí el equilibro, estaba realmente adolorido. En las caderas y la espalda baja sentía algo parecido a los calambres, eran como descargas de dolor —Ay Tomm... Así estarás aproximadamente tres días. Te diría que lo siento pero no estoy seguro de eso.
—¿Qué? —Dije mientras me volvía a sentar en la cama con extremo cuidado de no mirarlo a los ojos.
—¿Si recuerdas lo que pasó ayer? —Escuché su voz más cerca de lo que esperaba. Me quedé helado, no podía hablar y la cabeza me explotaría si seguía aquí en... En su cama. —No me interesa si ya lo olvidaste. Ahora eres mío. —Noté cierta decepción en su voz.

<¿QUÉ?>

—N-No lo olvidé... —Susurré. Esperé su respuesta, pero lo único que escuché fue su respiración. Giré débilmente mi cabeza para poder verlo.
Aún con la falta de luz, en medio de la obscuridad, pude verlo con la tenue iluminación azulada de la madrugada. Esto no podía ser real, él era la perfección encarnada. Su torso era perfecto, bañado con una hermosa piel pálida. Y por si fuera poco su rostro no tenía ni una sola imperfección, todas sus facciones eran perfectamente simétricas. Definitivamente todo él me gustaba, pero, lo que más me gustaba eran sus ojos, no puedo creer que sea posible tener esos ojos y aún más de ese azul tan intenso. Nunca había visto algo parecido, ni siguiera en películas, incluso Harry Potter, que fue el primer chico que me pareció lo que en ese momento identifiqué como bonito, se quedaba corto a comparación de Dereck.
Dereck... Creo que ayer fue cuando me dijo su nombre. No recuerdo exactamente cuando, pero no era una pregunta que estaba dispuesto a formular.
Él miraba hacia el techo y tenía una estúpida sonrisa dibujada en el rostro, eso era algo nuevo en él, nunca lo había visto sonreír así.
Miré hacia el techo en busca del porque de su sonrisa. Obviamente no había nada más que la bombilla.
—¿Qué te pasa? —Pregunté temeroso y bajando la mirada.
—Estoy feliz. 

Different Love [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora