Capítulo 28: Final.

10.2K 824 159
                                    

Dereck

—Esto... Esto no es lo que parece —Escuché la voz de Ethan.
Maldición, empecé a recordar todo lo que pasó antes que perder la consciencia. ¡Este idiota me besó! Sentí un gran impulso de golpearlo pero hubo algo que me detuvo
—¡¿Pero qué mierda?! —Esa era sin duda la voz de Tommy.
Sería interesante escucharlo celoso, tal vez... Me quedaré "desmayado" unos minutos más. Cerré mis ojos y volví a dejar caer mi cuello a un lado escuchando atentamente.

—Ah, ¿A quién quiero engañar? Sí, es exactamente lo que parece.
—¡Aléjate de él!
—Supongo que eres... ¿Tammy?
—Tommy, pendejo. ¡To-mmy! Y suelta a MI Dereck. —Él acaba de llamarme su Dereck. Sin poder contenerlo una leve sonrisa apareció en mi rostro. Esta noche iba a demostrarle quién es su Dereck. Me volví a poner serio al recordar porque estaba en un hospital.
—Vamos, él no te quiere. Déjalo ser feliz con alguien que si lo aprecie.
—É-él... Él... ¡Yo lo amo! Así que quita tus asquerosas manos de él y vete —<¿Eso lo escuché o lo imaginé?>
—¿Sabes por qué está aquí? —Hubo un silencio incómodo. Ethan no era capaz de decírselo ¿o si? —Oh, ahora veo cuanta comunicación hay entre ustedes, se está haciendo una prueba de VIH.

<Que hijo de puta>

Abrí los ojos y lo primero que vi fue a Tomm con los ojos abiertos como platos y un tanto vidriosos y sus manos hechas puño. Me puse en pie abriendo mis labios para decir lo que sea que se me ocurriera en una situación como esta, pero de nuevo las estúpidas náuseas me lo impidieron. Mis brazos y piernas me temblaban, Tommy se dio cuenta de esto y caminó hasta mí para ayudarme a sentar. Espera... ¿Por qué estoy sin cam...?
Ethan, cierto.
—Ethan, lárgate de aquí.
—Pero...
—¿Mierda! ¿Lo tengo que decir ocho veces para que lo entiendas? —Este me miró con ojos entrecerrados y salió molesto.
Mi Tommy —Lo abracé por la cintura y lo atraje hasta mí.
—Hey, ¡Suéltame! ¡Dereck! —Agitaba sus brazos y piernas intentando deshacerse de mi abrazo.
—Dilo una vez más —Susurré en su oído.
—¿Q-Qué? —El dejó de moverse y tomó aire. —¡Estabas escuchando! ¡Eso no es justo! Se supone que no tenías que escucharlo...
—Dilo de nuevo.
—Yo... Yo... —Se separó un poco y se acomodó sobre mi regazo. Su rostro estaba totalmente rojo y sus grandes ojos aún conservaban un poco de humedad. —Yo... No voy a decirlo de nuevo.
Lo miré con la mejor cara que pude encontrar y susurró las dos palabras que tanto quería escuchar. Sonreí y lo besé tiernamente, eran dos enormes palabras que ahora le dan sentido a mi vida.
—Ehm... —La chica del mostrador se aclaró la garganta y me entregó una ficha de color rosa. Pero para hacerla cabrear un poco más no dejé que Tommy se bajará de mi, incluso lo abracé de forma que estábamos más cerca que antes. —Con... Con esto pu-puede recoger sus resul-tados.
—¿En cuánto tiempo? —Ella miró detenidamente a mi novio y sonrió maliciosa.
—Su anterior novio los pidió urgentes, así que como de cuatro a seis horas puede recogerlos. —La fulminé con la mirada y esto hizo que ella saliera casi corriendo del consultorio.
—¿Tu qué? —inquirió
—No le hagas caso, esta cabreada porque soy jodidamente guapo y gay.
—Ah. —Tomm no estaba muy entusiasmado
—¿Tommy? —Apartó su mirada y se puso de pie. —¿Qué pasa?
—La prueba... —¡No! Mierda, me va a dejar y no llevamos ni una semana. —¿También debería hacérmela yo?
Me quedé callado un momento. No sabía si estaba molesto o triste o enojado. ¿Qué debía de decirle? —Porque bueno... Tú y yo... Ya sabes... lo hicimos sin... —sus mejillas se pusieron totalmente rojas. —Y... ¿No tienes hambre?
—Tomm, salgamos de aquí. Hay que hablar.
—Pero ponte tu camisa.

—Entonces apenas hoy lo supiste. —Él le dió otro sorbo a su frappé. Salimos de hospital y fuimos al café de enfrente. Anne me dejó sólo con él, creo que esta algo enojada conmigo.
—Exactamente.
—Dereck... No me interesa el resultado. De todas formas si intento salir de tu apartamento clavarás pedazos de madera en puertas y ventanas. —Él sonrió y me miró.
—No. Si tu te quieres ir, puedes hacerlo. No te retendré cuando sé que no quieres. Si digo ese tipo de cosas es porque sé que quieres estar conmigo, pero en cuanto eso no sea así, puedes irte. —Lo dije con mucho dolor y pesar.
—No... N-No... No quiero irme.
—Solté el aire que había estado conteniendo desde que empezó esta charla. Era un alivio que lo dijera.
—Entonces te tienes que mudar.
—Sí, lo haré mañana.
—Ve y hazlo hoy.
—¿QUÉ?
—No me lo tomes a mal, pero, no quiero que estés aquí cuando me den los resultados. Y unas cinco horas te alcanzan perfectamente para decidir quedarte conmigo o... —Me estaba preparando mentalmente por si regresaba a un departamento vació.
—¡Te dije que quiero estar contigo, tonto! —No me lo creería hasta que lo viera cargando a nuestros hijos.
Imaginarme un escenario como ese, a Tomm cargando a un pequeño niño y susurrándole "-Sí, tu papi es un tonto. Pensó que no me quedaría con él" me hizo ruborizar levemente.
—Vale, pero quiero hacer esto sólo.
—Esta bien —Dijo molesto.

—¡Pero maldición! Ya pasaron las cinco putas horas para que me den los resultados —La chica sí que era una perra.
—Sí, ya lo dijo siete veces. El laboratorio está algo retrasado, le recomiendo que deje de preguntar, yo iré a ver si ya están, yo le avisaré.
—No tarde —Ella salió por la parte de atrás y 15 minutos después regresó con un sobre blanco.
—Gracias —Lo abrí rápidamente y tiré el sobré a la basura, sólo me quedé con los papeles.
Salí corriendo de ahí y busqué mi auto. Mierda, recordé que Ethan fue él que me trajo. No queda más que tomar el bus.
Me senté impaciente y una brisa comenzó a soplar.
Volteé los papeles para que me miraran a mí, eran sólo dos hojas. Instintivamente mis ojos buscaron la palabra en negritas "Positivo" o "Negativo". No me interesaba nada más. Tardé un par de segundos hasta que la encontré.

Negativo

Lo tuve que leer unas ocho veces para estar seguro que fuera real. ¡Estaba bien! No tenía nada. Ahora sí podría... Pedirle a Tomm que se casara conmigo.
Me detuve un segundo ¿acababa de pensar eso? Sonreí ante la idea.
Justo antes de que empezara a llover apareció el autobús, me subí y le di un par de monedas al conductor. Mis ojos encontraron entre tantas personas un asiento vacío juntó a la ventanilla y caminé hasta ahí.
Por el vidrio resbalaban gotas de lluvia, a través de ellas pude ver una figura alta, de cabello Rubio y unos potentes ojos miel mirándome fijamente...
Kurt.

Automáticamente mi pulso se aceleró, el camión comenzó a andar y yo clavé mi vista en el asiento de adelante. Él no podía estar aquí, digo, no abandonas al "amor de tu vida" en el peor momento y te mudas cerca de él ¿verdad?
Sin darme cuenta estaba temblando como un cachorrito asustado.
—¿Señor? ¿Esta usted bien? —Preguntó una señora a mi lado
—¿Eh? S-Sí
No podía ser él. Seguro todo este asunto de los resultado me traía todo pendejo. Sí, eso es. <Kurt no puede estar aquí> me repetí todo el camino

Cuando llegué a casa ya estaba oscuro, corrí hasta el elevador y salí en mi piso. Caminé hasta la puerta y la intenté abrir, pero no pude.
—Tommy, soy yo. Abre.
Sin respuesta
—Tomm, esto no es divertido.
Sin respesta.
—A la mierda. —Agradecí que mi padre me enseñara a forzar una puerta y lo hice.

Dejé caer los papeles de mi mano cuando vi el lugar.
Sobre mi mesa había un largo mantel rojo, lindos platos de porcelana, cristalería y vino. Todo adornado por la luz de unas seis velas aromáticas.
Sonreí y lo llamé.
Él no contestó, seguro me esperaba en la recámara... Esto sería genial. No descansaría hasta dejarlo embarazado.
Me acerqué hasta la mesa, un pedazo de hoja blanca quemada por las orillas estaba apoyado en la base de una vela.
Conforme la leía mi sonrisa desapareció.
—No... ¡Dios No! LO VOY A MATAR...
Toda la ira que contuve estos seis años sólo exploto en unas enormes ganas de bañarlo en un galón de gasolina y prenderle fuego.

Different Love [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora