Capítulo 23 (Continuación)

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Tommy

Dudé en contestar porque de hacerlo sería un enfermo inseguro. De la nada, Dereck comenzó a despertar, entré en pánico y solté su celular junto con sus pantalones y fui corriendo a la cocina.
A decir verdad, ni siquiera estaba seguro de porqué sentía tantos celos, lo que sea que teníamos había empezado hacía muy poco, pero igual me daba náuseas imaginarlo besando, cuidando, hablando a alguien más como lo hace conmigo.
—Uhmm... —Él hace sonidos extraños cuando se despierta. Sonreí para mí y serví la comida en dos platos desechables. —¿Tommy?
Fui hasta la sala y lo vi de pie, con el cabello alborotado, el rostro aún soñoliento y... Maldición, ¡Totalmente desnudo! Me di media vuelta
—¡P-Ponte algo!
—Tomm... Creo que entre nosotros no hay nada que no hayamos visto el uno del otro.
—¡Dereck! —Desde que conozco su nombre no lo he vuelto a llamar "Mr. Brown". Eso me puso a pensar ¿Y ahora qué con la escuela? ¿podría meter otra clase con él?
Dereck interrumpió mis pensamientos rodeando mi hombro y besándome tiernamente.

—Sentí pánico cuando no te vi debajo mío —Me sonrojé y separé rápidamente.
—Duermes mucho. —Mi comentario lo hizo reír y alborotó mi cabello.
—Fue la primera vez en mucho, mucho tiempo que duermo bien.
Me cuestioné <¿A qué se referirá con eso?> bueno, esto se suma a la lista de cosas extrañas del misterioso y sexy profesor de filosofía.
—T...Toma —Estiré mi brazo entregándole el plato y corriendo al sillón.
—Tú... ¿Me cocinaste?
—¿Eh? ¿está mal? —Pregunté asustado.
—No, gracias —Dijo con una sonrisa reprimida.

Mastiqué lo más rápido que mi pequeña mandíbula me permitió y pasé el bocado sintiéndolo bajar por mi garganta.
-Cociné porque tu quemas la ensalada y congelas el cereal con leche. —Lo escuche reír y se sentó a mi lado.
Él comenzó a buscar su celular en los bolsillos de sus ajustados jeans negros ¡maldición! Era mejor decirle...
—D-Dereck... Tu celular sonó un par de veces mientras dormías.
—¿Enserio? —Dijo indiferente.
—Sí.
—¿Quien?
—¿Quién qué? ¿Quién llamo? —omití por completo cualquier contacto visual. —Ah... No lo sé... —Mentí
Él se puso en pie y lo buscó en el piso sí, debía suponer que ya sabría donde estaba. Lo encontró justo de mi lado del sofá y oprimió el único botón del dichoso celular.
—Ese hijo de perra me las pagara —Gruñó
Sin saber exactamente porque relajé los músculos de mi espalda y me asusté de mi mismo... ¿Por qué sentía tantos celos? Todo había sido tan repentino que no me había tomado un momento para aceptar que me gustaban los hombres.
—¡Tommy! —Salí bruscamente de mis suposiciones y lo miré al rostro. —¿Estas bien?
Fruncí los labios y si querer las palabras escaparon de mi boca.
—Etto... ¿Esto está bien? L-Los dos somos hombres y... No lo sé. —Miré al piso.
Hubo un extraño e incómodo momento de silencio jugué con los cordones de mi chamarra hasta que él tomo aire y se hincó frente a mi.

—¿Me quieres?
—¿Q-Que? —Me extrañó esa pregunta, era obvio que lo quería, pero si lo aceptaba el terminaría follandome toda la maldita noche hasta que me partiera en dos. —Mmm
—Tomaré eso como un sí —Sonreí, esto de hablar con él era fácil.Alcé la mirada y me concentré en sus preciosos ojos azules, su pupila se dilató un poco y casi susurró.
—No se sí algo esta mal en ti o en mí, de verdad no tengo ni puta idea, tal vez una parte de nuestro cerebro es más grande, o simplemente sufrimos algún trauma cuando fuimos críos —Cada una de sus palabras me hirió un poco, esto pinta para mal. —Pero, Tomm, eres la persona más jodidamente tierna y buena que he conocido. ¿no se trata solamente de como te sientes con alguien? Además, ni siquiera hay un significado aplicable en todos los casos para el verbo amar, es relativo.

Suspiré suavemente
—¿Amor? —Sin quererlo me había dicho que me amaba, y eso fue lo más bonito que había sentido en mi vida. Él se tomó unos minutos al darse cuenta d elo que había dicho, parecía que estaba organizando sus énsamientos. Después de loq ue pareció una eternidad al final soltó un suspiro y dijo:
—Tomm, en lo que a mi propia definición concierne, te amo. Aunque hubiera sido heterosexual al conocerte me habría vuelto gay. Amar en cualquier forma, sin todas las consecuencias que hay de por medio, no está mal, esto es lo que nos tocó y vives con eso.
Tuve ganas de preguntar por su definición, pero tenía miedo de la respuesta. Sus palabras ya me habían reconfortado, subí mis piernas al sillón y las crucé.
—Sin mencionar lo bueno que es el sexo —Prosiguió.
—¡Dereck!
—Lo es y tu más que nadie lo sabe. —Me puse tan rojo como un tomate. —Cierto, hablando sobre eso... ¿Ya se pasó el efecto de esa porquería?
—Sí...
—Lástima, nunca lo he hecho sobre la isla de la cocina. Mañana lo intentaremos.
Espera... ¿QUÉ?

Terminamos de comer en silencio y decidí irme al departamento de Ian por eso de las nueve, mañana tocaba escuela y no quería llegar caminando extraño.
—Bueno, creo que me voy. —dije mientras llevaba mis trastos a la cocina
—¿DÓNDE? -gritó desde el sofá
—No me puedo quedar aquí toda la vida, tonto.
—Sí puedes.
—No.
—Mañana te mudas aquí. —Fruncí el entrecejo y caminé hasta él, que ya se había puesto en pie con los bazos cruzados frente a la puerta. —¿A dónde querías ir?
—Etto... Me quedaría con... I-Ian—Dereck pareció haber visto un fantasma y tensó su mandíbula.
—No.

Suspiré, por más que lo quisiera no cambiaría nada con Ian, el es mi mejor amigo.
—No seas idiota, déjame pasar. —grité lo más furioso que pude. El a cambio me alborotó el cabello.
—Eres mío. Y quiero que eso se quede tal y como esta, así que no dejaré que Spears te toque.
—¡Der...! —Me cargó hasta su habitación <Oh, mierda. Mañana no podré ni ponerme en pie.>
—¿Es que no lo entiendes? ¡Intentó violarte!
—Él no... Él no iba a hacerme nada que yo no quisiera, y en efecto yo no quería. — Él levantó una ceja. — Además sigue siendo mi amigo.
—Tomm... —Se pasó ambas manos por su cabello y suspiró molesto. —Te quedarás conmigo, no me interesa que veas a ese fallido intentó de atleta... Mientras yo este cerca. Pero, quédate aquí, conmigo.

Lo pensé unos instantes, no podía vivir con alguien que... Que tuvo algo que ver con Dereck, así que el departamento de Ian queda descartado. Tampoco podía volver a mi antiguo departamento, que queda aún más lejos de la universidad. Y aquí... Bueno aquí esta este precioso hombre pero, ¡Me follará a diario! Aunque eso suena mejor que vivir con Ian justo ahora.

—E... Esta bien. —Sus labios se curvaron en una enorme sonrisa. La verdad pensé en quedarme solo el verano o mientras encontraba algo que pudiese pagar.
—Aunque no quisieras te habría encerrado aquí.
—Ya cállate.
Salió de la habitación y escuché un "click" <¿Le puso seguro a la puerta?>
Me paré y fui a comprobar, tomé la perilla y la giré, pero esta mostró resistencia.
—Sí, el tonto de Dereck puso seguro.

Different Love [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora