01₂

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Ni-ki podía ser muy frío e indiferente si no eras de su agrado, y si eras cercano, demasiado cercano, a él entonces conocerías el lado divertido y juguetón del mismo. Inclusive su lado infantil.

¿Tenía un lado tierno? Nadie más que sus padres lo han visto de esa forma, ni siquiera su novia.
Sí, su novia.

Una linda chica castaña de cabello largo, casi llegándole a la mitad de la espalda y tal vez un poco más de esta misma, que siempre lucía una sonrisa encantadora que detonaba "Superioridad" y gritaba "Presumida" por todas partes.

Nadie podía quejarse, Ni-ki podía ser el prototipo de Alfa extremadamente coqueto al que le encuentras las palabras con doble sentido hasta en una sopa, Eunmin calificaba como aquellas Omegas atrevidas con las que fácilmente podrías hablar y terminar abriéndole las piernas.

Tal vez por eso era que Ni-ki no se tomaba esa relación en serio.
A pesar de los detalles lujosos que le daba a la chica.

Y no es que se los regalara por amor, después de todo, si la Omega aceptó ser su pareja tendría que tenerle aunque sea un poco de cariño o algún tipo de aprecio, lo mínimo que podía hacer por ella era hacerla sentir una reina con aquellos lujos.
Collares, aretes, bolsos, ropa de diseñadores, zapatos, anillos, cualquier cosa que grite "Soy muy costoso" era perfecto para esa chica, no importaba que tanto gastaba en ella.

🍇

Aquel día había amanecido con el buen carácter por el suelo, lo sabía, su celo estaba cercano, pero no creía que eso le diera espacio al mal humor.
Sentía que sus feromonas estaban más fuertes de lo normal, como si su esperado celo se le haya adelantado.
Quizá era solo falta de un buen polvo para que se le bajara ese enojo, no había tenido sexo desde hace un mes.

Sus padres parecieron darse cuenta de su fuerte aroma, pues su madre no tardó en darle uno de aquellos fuertes supresores que tanto odiaba, y que por supuesto lo tomó, a la fuerza, sí, pero lo hizo. Porque por muy gruñón y burlón que fuera, ni en sus peores días era capaz de tratar mal a su madre, ni siquiera a su padre, sabía que posiblemente ellos eran los únicos que verdaderamente amaba y apreciaba en su miserable vida.

Sus amigos parecieron darse cuenta de su estado de ánimo, pues casi no le hicieron de esas preguntas matutinas y molestas, ni hablar de su novia que solamente le sonrió desde lejos y siguió su camino.

"Tsk. Maldita" fue lo único que pudo pensar.

No esperaba era que un aroma a moras y un sensual pero leve toque a tamarindo le hiciera suspirar y querer buscar más de él.

Era una extraña sensación de querer fundirse en el cuello de aquel o aquella Omega.

Fue lo suficientemente rápido para voltear y encontrarse con el perfil del chico ¿Acaso era alguien nuevo? Estaba seguro de conocer a todos los Omegas de ahí, entonces ¿Quién demonios era ese chico? Estaba seguro de que era un estudiante nuevo, había una posibilidad de que lo fuera.

Aunque no importaba quién era, lo importante era tenerlo sometido contra cualquier rincón mientras lo penetra incontrolablemente.

De sólo pensarlo su enojo parecía haberse esfumado y una sonrisa apareció, siguió su camino hasta el segundo piso con esta.

Quizás ese Omega le quitaría el mal humor más tarde.

𝘿𝙀𝙇𝙏𝘼  ► 𝙬𝙤𝙣𝙠𝙞Where stories live. Discover now