𝘿𝙀𝙇𝙏𝘼 ► 𝙬𝙤𝙣𝙠𝙞

19

La ducha había finalizado hace unos 10 minutos, aproximadamente.

Jungwon estaba en la cama, abrazando una almohada con las manos y las piernas, cubriéndose el rostro mientras un largo bostezo se le escapaba.

Cerró los ojos con cautela, batiendo sus pestañas lentamente hasta que el medio sueño le gano.

Cuando estaba a punto de entregarse al sueño profundo, una sacudida de hombro lo despertó de mala gana.

—¿Tienes hambre?— murmuró el chico, cerca del rostro ajeno.

—Tenía sueño por si no te diste cuenta.— le dio una malmirada.—Pero, ya que me despiertas...

—Levántate, la comida está aquí.

Tuvo que soltar el firme abrazo en la almohada, saliendo de la cama y caminando con la espalda encorvada y los ojos pesados por detrás del rubio.

En un paso falso, sus pies toparon entre sí, haciéndolo caer como un pequeño saco contra el impactante piso frío.

Al parecer había despertado más torpe ese día.

Sus manos y rodillas se opusieron a su tonta caída, salvándolo de un asegurado golpe en su rostro.

—¿Estás bien?

Arrugó el entrecejo.—Es la pregunta más estúpida que he escuchado.— se reincorporó, sacudiendo sus prendas.

—¿Qué debí preguntar?— enarcó una ceja en cuestión.

—Nada, Riki.— abultó los labios inconscientemente.—¡Debiste ayudarme!

—Oops.— ignoró por completo el reclamo severo que obtuvo, acomodando los rollos de sushi en dos respectivos platos.—Cállate y ven a comer.

—¡Deja de darme órdenes!— tomo asiento al rededor de una circular y pequeña mesa.

—Solo si dejas de tener tantos cambios de humor.

Jungwon terminó dándole otra mala cara, comiendo en silencio al no poder objetar en contra. Lo admitía, cambiaba de humor fácilmente, pero no era algo que pudiera controlar.

—¿Lo ves? Solo así cierras la boca.

—Cállate.— comenzó a jugar con los palillos.—No tengo tantos cambios de humor.

—Hace veinte minutos estabas-...

—¡Riki!— arrugó una servilleta, tirándola en el rostro del rubio.—Me gusta tener el control de las cosas, es eso.

—Tiene sentido.— ladeo la cabeza.—Te molestas rápidamente conmigo.

—Porque quieres tener el control de todo.— puso los ojos en blanco.—Eso es molesto.— murmuró, comenzando a comer con los labios abultados.

Jungwon relajó el rostro, dejando su molestia pasar, aunque sentía su enojo incrementar al ver a Riki tan calmado. Su conversación/discusión no fue retomada, pasando desapercibido por medio de otras cortas palabras intercambiadas.

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- No, Sunoo... Ya les dije que no estoy en casa.— hizo una mueca, al parecer sus amigos querían su información verdadera.

- Pero Jeongin-...

- No salí con él.— bufó.- Ese Omega... ¿Les dijo algo?

- ¡Que no estabas en casa!— escuchó la voz de Jake en el fondo.

- Traidor.— murmuró.- ¿Qué quieren?