𝘿𝙀𝙇𝙏𝘼 ► 𝙬𝙤𝙣𝙠𝙞

05

Para Ni-ki, el resto del día no había sido el mejor.

Se vio obligado a ir a la plaza, no pudo ni decir "hola" cuando la castaña comenzó a hacerle un drama, donde muchas personas que ahí pasaban no disimulaban la mirada.

Y claro, tener que aguantar el berrinche de la Omega era demasiado, pero tener que explicarle por qué tenía otro aroma impregnado era más que demasiado.

Porque no encontraba ni una sola excusa creíble y poco le importaba si Eunmin se enteraba de su infidelidad, después de todo, su relación perduraba por lo material, lo que importaba era si descubría con quién había sido.

Podía no importarle si lo descubría o no, pero muy seguramente, si Eunmin se entera, toda el colegio lo haría y Ni-ki podía ser el mayor hijo de puta pero sabía mantener los secretos y estaba seguro que Jungwon no querría que nadie se enterara; Aunque claro, mayormente lo guardaría porque no quiere perder la oportunidad de volver a tener sexo con Yang.

Aunque la actitud caprichosa y bipolar de la chica no bastó para acabar con la felicidad que sentía, aún si caminaba con un rostro de querer ser atropellado, muy dentro de su ser estaba dando brincos por cada paso que avanzaba.

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Jungwon en cambio, se preguntaba si lo que hizo había sido correcto, llegando a la conclusión de que aquella follada en la biblioteca, por muy buena que haya sido, fue un completo error.

Uno que no dudaría en volver a hacer por supuesto.

Se sentía tan bien pero a la vez tan mal, como algo que hubiera sido mejor si no haya sucedido, pero sin duda, no se arrepiente de haberlo hecho, al menos no del todo.

Para su suerte, al llegar a su casa no estaba su hermano, así que no recibiría ninguna pregunta que tal vez no podría responder. Una larga ducha de templada agua fue lo que relajó su mente y lo alejó de tantos pensamientos, después de todo ya había sucedido y no podía regresar al tiempo para evitarlo.

Sin duda Riki tenía razón, lo prohibido era más divertido.

Visualizó su cuerpo frente al largo espejo, admirando aquellas marcas rojas que decoraban su pecho y parte de sus hombros, algunas eran incluso moradas, sin embargo parecían formar una abstracta obra de arte, una que a Jungwon le empezaba a gustar, porque para alguien tan correcto como él, haber "roto" una regla era algo de lo cuál se podía emocionar.

El resto del día había sido más que aburrido, terminó algunos pendientes y miró alguna película, que juraba entretenimiento, pero para Jungwon era una canción para dormir.

Había sido un lunes lleno de emociones, pero sin duda para ambos Alfas la emoción perduraba. Habían dado paso a lo prohibido y habían iniciado con algo que podía tener un final bueno o malo.

Después de todo jugar con fuego es peligroso.