Capítulo 8

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Oigan, sé qué pensarán que los protagonistas son Nessa, Chris y Brid, pero NO, no son los únicos, sólo que las las narraciones se centran por el momento en ellos ya que son los que están involucrados a más, ya con el tiempito irán viendo más personajes narrando.







Nessa Morgan.

»Seres de otros planetas«






Apenas llegó la hermana de Erick empezó saturar la inquisición.

Pero yo me encontraba aún en mi hilo de problemas mentales; aún la escena de cómo encontré el corazón en un plato de cristal sobre mi cama adornado con tierra alrededor, seguía en mi mente.

La angustia de saber que había pasado con Kai, el hecho de que se haya ido sin avisar me deja muchísimas preguntas, aún más que me haya dejado un perturbador recuerdo.

Chris sostenía una bandeja de utensilios quirúrgicos y Bridget sostenía un gran peso angustioso, pero se encontraba inmóvil viendo cómo era que cosían la piel de la chica.

—Oigan, la chica necesita sangre. Esta débil y la única manera de hacerlo es llevarla al hospital.— sugirió la chica de ojos verdes.

—¡No!— intervino el castaño. —De ninguna manera. Haz lo que sea pero ya.— ordenó.

—¡Sangre!— pidió.

Bridget, Chris y yo nos miramos entre nosotros. Nadie quería acceder a dar sangre y el estado de la chica me removía, y lo único quería era que todo pasara, sería yo la que me pusiera como voluntaria, pero se adelantó él castaño.

—¿Seguró?— cuestioné.

Asintió y entonces sin más la chica clavó una pequeña aguja en su brazo, pronto la sangre viajaba con abundancia por la manguera transparente hacia una bolsita transparente.

Tan pronto como obtuvo la suficiente cantidad de sangre hizo lo que debía hacer.

Mi angustia seguía pero acabo apenas la hermana de Erick habló.

—Estará bien.— comentó.

Chris, Brid y yo nos maravillamos.

Pero...

—Necesita que la revise un doctor experto. Deben hacerlo si quieren que la chica esté bien, por lo pronto puedo darle antibióticos y que simplemente tengan sus heridas limpias.

Fue un gran alivio para aquellos tres mortificados chicos que se encontraban en la salita de aquella subterránea casita.

Christopher decidió quedarse en casa de Bridget para cuidar ambos de la chica.

Yo decidí irme a casa, necesitaba descansar.

Apenas llegué miré la cama, estaba vacía, limpia y se veía tan fresca, se me hizo extraño porque no la había dejado así, regresé confundida a la puerta, miré a ambos lados del pasillo.

No había nadie.

Ni joel, ni Mamá, ni mucho menos algún personal de limpieza.

Uniones peligrosasWhere stories live. Discover now