★CAPÍTULO 08

34.9K 3.4K 1.8K
                                    

Nota de la autora: Antes de este capítulo actualice otro primero, aviso por si Wattpad te trajo aquí y aún no has leído el otro.

“Nunca me imaginé lo mucho que duele enamorarse”

ESTELA TESSIER.

Mi pulgar tembloroso abrió el mensaje y seguí la conversación.

Él: Hola estrella.

Yo: ¡Hola! Escribiste primero, pensé que tú ego no dejaría que lo hicieras.

Él: Ya vas a empezar.

Yo: Te encanta.

Él: ¿Mhm? Claro, como digas.

Yo: Estás sonriendo, lo sé.

Él: Pss, no.

Yo: si, lo haces.

Él: No, francesa tonta.

Yo: Arrogante patético.

Él: ¿Dónde estás?

Yo: En casa, ¿Por qué?

El: Estoy en el bosque.

Y listo, nada más, ya no estaba en línea. El teléfono en mi mano temblaba por alguna razón que desconozco. Odio esa sensación, odio la sensación de no saber algo o el porqué de las cosas, eso es lo que siento ahora.

Por un lado decía «¿Por qué no? ¡Vamos!» y por el otro «No, no voy».

Solté un jadeo y el aire se detuvo en mis pulmones cuando salí del chat de Hades y un espacio más arriba estaba otro número. Era ese número. Desconocido.

Mi corazón se desbocaba en mi pecho, latiendo más rápido cada vez. Pero no es un corazón acelerado por un enamoramiento o emoción, es diferente, es por miedo. Casi todos los días recibo mensajes de ese número, pero los ignoro. Sentía todo en silencio, no escuchaba nada más que mi palpitante corazón.

No era mi padre, él llamo hace unos días y no era ese número. La mayoría de estos mensajes era diciéndome “bonita” o cumplidos en francés, preguntaba cómo estaba de una manera muy extraña, no es como si quisiera conocerte o ser tu amigo. No me da buenas vibras. Se preguntarán «¿Por qué no lo bloqueas?» ya lo hice, más de 3 veces y vuelve a escribir desde otro número.

Se desconectó cuando abrí el chat. Los mensajes eran de hoy: 20/09, hace unas horas. Me tranquilizaba pensar que había una posibilidad de que fueran solo niños haciendo bromas telefónicas. Pero me tensaba al pensar seriamente en quien es la persona detrás de la pantalla. Yo sé que no son bromas, lo sé, solo me engañó a mi misma y no acepto la realidad para no entrar en pánico.

Necesitaba despejarme un poco y dejar de sobre pensar las cosas.

Sacudí mi cabello con mis manos soltando un bufido con frustración. Luego a ese acto mire a mi alrededor, no tenía nada que hacer. Así que me levanté del sofá, caminando hasta la puerta.

Pose mi mano en la manilla metálica de la puerta y algo me detuvo: Le di una ojeada a mi ropa. Tenía puesto un pantalón jean color azul oscuro de bota ancha y un suéter azul cielo una talla más grande de la mía, una frase de color negro en el centro.

Salí de la casa. En el camino me crucé con varios vecinos a los cual saludé. Estaba como tonta embobada mirando el atardecer de colores rosados y naranjas, que pronto se reemplazaría por la noche estrellada que tanto me gusta admirar.

Un beso bajo las estrellas ©✓Where stories live. Discover now