★CAPÍTULO 28

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"No hay algo más doloroso que el silencio de aquel que necesita ser escuchando"

Capítulo dedicado a todas aquellas personas que callan y saben lo que siente derrumbarse sin que nadie lo noté. Espero algún día logren ser libres de ese silencio. <3

ESTELA TESSIER 

La calidez de las sábanas me abrazaban con fiereza, y aún más cuando yo me aferré más a ellas por el frío que sentía. 

Solté un quejido medio dormida por la luz del sol que se colaba en excedencia por la ventana. Que buena cama, ¿Por qué la mía no es tan acolchada?

Entonces, pasó. Mis ojos se abrieron como lunas llenas cuando me di cuenta que estaba acostada. Acostada en una cama y ni recordaba haberme quedado dormida en un cuarto. Sin hacer tanto ruido me quité la sábana y me senté en la cama: No tenía las botas puestas y mi vestido tenía el cierre trasero abajo, muy desacomodado.

Pensé que tenía el cuarto para mí sola pero no. Un Hades plantado en el piso sin camisa se presentó a mí vista, él estaba boca abajo en el colchón y por primera vez lo pude ver así, su espalda tensa tenía lunares regados por toda su espalda, ¿Por qué eso me hizo sonreír? ¿Por qué me pareció tierno?

Quizás porque todo en él me gusta.

Dolía querer a alguien y saber que es bueno para ti pero no poder demostrarlo por miedo. El jodido miedo.

Hades soltó un quejido ronco por lo bajo y se movió levemente al yo poner un pie en el colchón y bajar. Me senté en el piso a su lado en posición de indio. Acerqué mi mano a su frente y la despeje de esos mechones que le caían por la misma.

Se miraba tan lindo así: Sus ojos cerrados, sus pobladas pestañas y cejas. Tenía los labios entreabiertos y respiraba tan suave, tranquilo. Uno de mis dedos bajó, contorneado su rostro con delicadeza. 

—¿Qué hora es? —Un musito por su parte me hizo apartar la mano.

—Las... —miré la pantalla de mi celular—, las 2 de la tarde. Lo siento, no quise despertarte. 

Fijé mi vista de nuevo en él y solo negó con una diminuta sonrisa. Sus ojos se abrieron y un «aww» mental me llegó a los pensamientos, recién despertado se veía tierno, quería apretarle las mejillas—. Si no me despiertas no iba a pararme hasta las cinco. Está bien.

Asentí cerrando los ojos con fuerza, trataba de recordar todo lo que pasó en la noche pero no podía. ¡Ja! Se suponía que Hades era el borracho, no yo.

Clavé mi vista en su cuello y me llevé la impresión de que ayer entre esos besos le había dejado algunas marcas, no eran tantas pero cualquiera podía verlas.

—Te quedaste dormida en mi pecho y te traje aquí —explicó y temí porque leyera mi mente o algo.

—¿Por qué no dormiste en la cama?

—Porqué tú estabas dormida y no tenía tu consentimiento. Hannah te bajó el cierre del vestido para que estuvieras más cómoda.

Es una buena señal eso del consentimiento, es algo que todos deberían hacer pero los chicos con los que solía estar nunca me preguntaron sobre si quería algo o no, solo lo hacían.

—Para la próxima vez no necesitas mi consentimiento, ¿Sí? desde hoy ya lo tienes —reí cuando toqué su colchón—. ¿Seguro dormiste bien? Es muy delgado.

Hades soltó un suspiro ronco y cerró los ojos de nuevo.

—Mhm, solo dormiré un poco más. Me duele la cabeza.

Un beso bajo las estrellas ©✓Where stories live. Discover now