★CAPÍTULO 19

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"Tantas estrellas en el cielo y nos tenemos que enamorar de una fugaz."

HADES EDEVANE

—¿Puedo contarte algo?

La señora a la cual llamo madre elevó la mirada sobre su celular con fastidio. Su iris verde me observó con cautela para luego entrecerrar sus ojos. Tenía esa expresión de “Me haces perder mi valioso tiempo.”

Mi mandíbula se tenso al no recibir nada de su parte. Un “adelante” se escuchó por su parte después de unos segundos y yo di dos pasos para tomar asiento a su lado, en el sillón gris de la sala. Mis dedos jugaban sobre mi regazo con nerviosismo.

No debería de ponerme nervioso por esto.

Ella giro su rostro hacia mi dirección, su cabello negro cayó a ambos lados de su cara. Yo recoste mi cabeza en la cabecera del gran sofá.

—Estoy pensando en ir a un psicólogo —le confesé.

Mamá solto una risita irónica de pronto—. No, Hades. Estas bien.

Mire de reojo su expresión que se había tornado completa seriedad. En verdad no le había preguntado, tenía dinero ahorrado y podría pagarme la terapia yo. Tampoco me planteé la idea de recibir ayuda por lo que Estela dijo, de hecho ya lo he preguntado mucho, a mi padre sobretodo pero él solo se niega.

—Sabes que eso no lo decido yo, hijo.

Suspiré con tranquilidad.

—Exacto, lo decido yo. Yo sé cómo me siento y que es lo que necesito.

Frunció su entrecejo y las arrugas que se formaban en su frente se hicieron presentes—. Estas bien, Hades. No quiero hablar de esto de nuevo.

¡Claro!, tu hijo está maravillosamente bien. Tanto que se está volviendo adicto a los anti-depresivos y el cigarrillo.

Los anti-depresivos no me los medicaron, ningún profesional me dio autorización para tomarlos. Sólo recuerdo que encontré una caja de pastillas un noche que estaba muy mal, y las tomé impulsivamente por su nombre. Pensaba que de alguna u otra forma calmaría lo que sentía.

Ella se levantó del sofá dándome la espalda y yéndose a la cocina. Mamá solía ignorar cualquier tema que estuviera relacionado con el pasado, prefería ignorarlo y hacer como si nada.

Extrañaba la madre que si se preocupaba por como me sentía.

Es difícil y doloroso superar una adicción, sobretodo cuando estás rodeado de las personas incorrectas. Desde que tengo 17, tantas veces he pedido ayuda y las únicas respuestas que consigo son:

"solo deja de fumar, no es tan difícil"

"Hay problemas más graves, solo eres un niño confundido"

—¿Otra vez con la mierda de ir al psicólogo, Hades? —bramó papá al pasar frente de mi, arreglando la corbata de su traje.

¿Por qué tenía traje? Son las 8 de mañana.

Tragué—. Tu no lo entiendes.

Un beso bajo las estrellas ©✓Where stories live. Discover now