★CAPÍTULO 25

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"No puedes amar a alguien más si no te amas a ti primero"

ESTELA TESSIER

Escuchar a Hannah quejándose de que no le salía bien el delineado ya se había vuelto costumbre. Realmente no me sorprendería si esta vez termina con un ojo rojo por meterse sin querer el delineador en el ojo.

—No, esto no es para mí —se rindió soltando el lápiz negro.

El cuarto de ella era precioso. En general, toda su casa lo era. Sus padres son políticos importantes con mucho dinero y buenos negocios por lo que tienen una buena estabilidad económica.

—Es muy fácil, solo que tú pulso es muy inestable —dije a la vez que me aferraba más a las sábanas de su cama y la miraba por el reflejo del espejo.

—Que injusto.

—¿El qué?

—Que Dios tenga favoritas. —Volteó los ojos con burla y se acercó a la cama. Me entregó el delineador—. Por favor —suplicó haciendo la mirada de perrito.

Hannah se sentó en la cama y yo hice lo mismo, pero recostándome en el espaldar beige acolchado. Fue fácil realizar ese maquillaje que ella quería. Cuando tenía entre 12 y 15 años tenía demasiado tiempo libre y lo tomé para ver cursos virtuales de maquillaje, no soy experta pero algo sé.

—¿Qué harías si le gustas a una persona y también te gusta pero no quieres admitirlo? —saqué ese tema de pronto, muy concentrada en lo que hacía.

Mordió su labio con una llama de curiosidad en su mirada—. ¿Por qué me preguntas eso?

—No sé, pensé que tú...

—¿Qué hiciste? 

Odiaba que me conociera tan bien.

—Hades me besó y yo se lo seguí —no me inmute ni esforcé en mentir, ¿Para qué le mentiría?

La expresión que Hannah puso hizo que mi mano se moviera y le pintara medio párpado de tinta negra. Fruncí las cejas, el delineado me estaba quedando perfecto y ella lo arruinó.

—¿Se lo seguiste? —repitió con lentitud.

—Se lo seguí —repliqué, recordando ese momento—. Y luego yo...lo besé de nuevo, un piquito.

Su boca se abrió con lentitud, como si fuera la cosa más sorpresiva que le habían contado en mucho tiempo y sí, quizás por su mente corría un "Pensé que morirías y seguirás negando que te gustaba."

—¿Por qué no admites que te gusta?

Me dejé caer de nuevo a la cama, acostada y vencida, suspirando cerré los ojos. Esa sensación de querer tener todo perfecto, de no afectar su vida y por eso, no corro el riesgo. Se sentía mal.

—No quiero dañarlo.

Hannah se acostó a mí lado y me detalló con una sonrisa asomándose en sus labios. 

—Deja de sobrepensar las cosas, Estela. ¡Piensa menos y vive más! La vida es muy corta y si la desaprovechas...después, te arrepientes.

Mi mandíbula se tensó por las tantas veces que ya me ha dicho lo mismo—. Estoy hablando en serio —declaré—. Hades es muy lindo, me hace sentir bien, y yo soy—

—Si él se enamoró de ti entonces, se enamoró del hermoso desastre que eres. Aunque eres la persona más ordenada del universo —se rió.

—Tengo miedo a que piense que no soy lo suficientemente buena —admití.

Un beso bajo las estrellas ©✓Onde histórias criam vida. Descubra agora