★CAPÍTULO 38

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"...Y mientras todo el mundo creía que florecía, ella estaba inundada de otoños por dentro." —Ron Israel.

TW: VIOLENCIA, ABUSO SEXUAL. TEMAS SENSIBLES.

ESTELA TESSIER

Mis pies frenaron en el momento exacto que un flash nubló mi vista dramáticamente. A tan solo un centímetro de esa gran puerta de cristal pude ver a unos dos autos policiales, más una camioneta negra con la misma sirena. El número de personas que se acercaban a la escena era demasiado para contar con los dedos, sospeché que los fotógrafos llamaban la atención de todos.

¿Por qué había fotógrafos? También reporteros.

No salí, ni me moví. Mi cuerpo estaba paralizado, al igual que mi mente, no tuve la capacidad de pensar con claridad.

El sonido de las sirenas y flashes, ambos mezclados, me aturdieron. Una mujer gritaba desesperada mientras que los demás soltaban jadeos o hablaban entre sí. No comprendía nada.

¿Habían apresado a alguien?

Al ver al oficial Jones entre la multitud, corrí a la sala donde mi madre se encontraba, fue como un reflejo inmediato, como si ya no quedara otra salida. Tenía sentido que Jones estuviera ahí, pues es policía y si algo había pasado él debía estar...pero, ¿No era demasiada coincidencia?

Llegando a la sala observé que no estaba la hermana de Kennedy, la chica que acababa de morir. La madre de Hannah lloraba sentada en una banca y mi mamá la abrazaba y tranquilizaba. No sabía quién era Kennedy, pero lo qué sí sabía es que ella y Hannah estuvieron involucradas en algo serio.

Me acerqué a ellas y mantuve todo respeto a la mamá de Hannah, no era fácil tener a tu hija en el hilo de la vida o muerte. No necesitaba hablar, con tan solo una mirada a mamá ella entendió que debía explicarme lo que había pasado. Todo era tan confuso.

Mamá se paró de la banca y acto seguido a eso me tomó de la mano, salimos fuera de ese espacio cerrado, dejando a la Sra. Barrell sola. Nos detuvimos en una esquina donde no había nadie más alrededor.

—¿Ésto tiene algo que ver conmigo, mamá? —fue lo primero que pregunté, como si fuera una necesidad saberlo.

Cuando ella ladeó la cabeza a la derecha, me dio a entender que sí.

Y me sentí culpable.

Antes de que ella me dijera lo que en realidad pasó, ya me imaginaba mil escenarios diferentes y el porqué había sido mi culpa. Conectaba los hilos sueltos y miles de posibilidades de lo que pudo haber pasado aparecieron en mi mente, inquietandome por completo.

Mamá me explicó cómo yo había llegado a aquel hospital, era fácil de adivinar, pero supuse que por el sueño mis neuronas no funcionaban bien. Cuando ella recibió la llamada de la madre de Hannah, inmediatamente me subió al auto y condució hasta acá. Quise pensar que al menos si caminé un poco dormida y no lo recuerdo, pues mi madre tampoco es que tenga mucha fuerza para cargarme.

—A las tres de la madrugada —hace básicamente una hora y media—, encontraron en el centro de Toronto una casa incendiándose, uno de los vecinos llamó a los bomberos diciendo que el incendio llevaba más de 10 minutos, la policía llegó y encontraron a tres personas en la casa: Hannah, Kennedy y Axel también estaba ahí.

Mamá guardó silencio, su mirada puesta en mí, esperando a que yo comprendiera. Mis labios se entreabrieron con nervios de lo que prosiguió a salir de su boca.

—Los policías llegaron a la conclusión que esa casa era una de las muchas que Marck tenía, ahí reunía a sus víctimas y a Axel. Suponen que los cuatro estaban allí y alguno ocasionó el incendio. Kennedy tenía un disparo en una arteria, por lo que se desangró, más que ella fue la última que sacaron del incendió. Pero no se sabe nada más, Axel no quiere hablar.

Un beso bajo las estrellas ©✓Where stories live. Discover now