★CAPÍTULO 15

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"Cuando estas allí, en el fondo, lo único que te queda es subir; así sea muy difícil"

ESTELA TESSIER

—No se de que me hablas.

Finge demencia. Finge demencia.

Soltó una risa por lo bajo—. ¿Ahora dirás qué es por el frío?

En realidad, aunque si pudiera ser por el frío, ambos sabíamos que no era por esa causa. Con Hades puedo tener una conversación estable donde los dos tenemos buena comunicación y de un segundo a otro hace que me enoje.

Casual.

Le di una mirada asesina y no sé cómo, pero me giré y comencé a caminar hasta llegar al otro extremo sin resbalarme o sentir miedo. No miento cuando digo que el dio tres pasos y ya estaba a mi lado, supongo que sus pisadas son grandes; pues hace unos segundos lo vi en el principio del lago.

Acelere mis pasos para irme con mi orgullo intacto, o eso intente.

Me molestaba no tener el control de la situación.

Si, es divertido cuando lo pongo nervioso o lo hago cuestionarse. Cuando el lo hace conmigo es diferente, muy diferente.

No me gusta que me pongan nerviosa, esa es la cosa.

—¿Te enojaste? —percibí sus pasos acercarse más a mí.

—Para nada.

No estaba completamente enojada, solo no sabría cómo explicarlo.

—Eres muy dramática.

Sentía esa sonrisa burlona en su rostro.

—Tú muy estresante —contraataque.

—Y tu te estresas por todo.

Ya a un lado de mi. Su mirada entornada sobre mi y casualmente yo voltee a observarlo al mismo tiempo. Su cabello se escapaba del gorro de lana gris que llevaba puesto, sus labios más rojos por estar expuesto al frío y casi, «casi» podría decir que lucía lindo o tierno, solo que no, mi orgullo apartó esos pensamientos.

Si, quizás si. Me estresaba por todo.

Hasta el punto de llorar por la mas mínima cosa.

—Solo deja de hablar y camina —musite.

En los minutos que quedaban hasta llegar opte por mirar hacia el suelo sin más, siguiendo mis pasos y, en un momento mi mente automáticamente jugaba «Si pisas tres piedritas pierdes». Sonreí, recordando las veces que lo jugaba de niña en cualquier lado.

Al salir del bosque note las calles solitarias como de normal, algunos carros pasaban pero no eran muchos, también vi a un grupo de mujeres mayores trotando con unos niños que, denomine que eran sus hijos.

Pasaron un grupo de chicos caminando, unos 4. Los cuales al principio nos miraron o, me miraron a mi en silencio, rieron y susurraban unos a los otros. Fruncí mis cejas, conteniendo las ganas de voltearme y preguntarles que veían tanto, ¿Quienes eran ellos? No los recordaba de ningún lado, no creo que estudien en mi misma preparatoria.

Se esfumaron al cabo de unos segundos cuando llegaron al final de la calle.

—¿Los conoces? —escuche a Hades preguntar en un susurro, cerca de mi oído.

Un beso bajo las estrellas ©✓Where stories live. Discover now