Cuando te pierdes diez años de tu propia vida, solo quieres salir y vivirla sin tapujos.
Lamentablemente la palabra libertad no existe en su vocabulario.
La vida de Maggie Carter es defectuosa. Cuando Hydra intenta matarla para vengarse de su abue...
Este capítulo va dedicado a: @Susanagomez673 @Darinka_isidora y @Karenulloatovar gracias por comentar el capítulo anterior, espero que les guste mucho este.
Había pasado una semana desde que Steve Rogers había sido rescatado, desde que había despertado en un lugar completamente renovado, con nuevas creencias, nuevas organizaciones, nuevos problemas y una nueva Peggy, aunque claramente no era la que él había dejado en los años 40.
Llevaban el mismo nombre, con la diferencia de que la chica tenía unos hermosos ojos color verdes y una cabellera rubia, cuando Steve la vio sin la peluca ni el traje de época, pequeños deja vú llegaron a su cabeza, eran bastante parecidas, la única diferencia eran sus ojos, esa chica tenía la misma mirada de un hombre que Steve había conocido en los años 40, quería volver a encontrarse con ella, necesitaba saber que había sido de la vida de Peggy, aunque ya lo atormentaba saber que había tenido un hijo o hija con otro hombre.
Steve Rogers estaba en un salón de boxeo, mientras golpeaba con mucha fuerza su saco de boxeo, recordando toda su vida en los años 40, estaba muy enojado, si hubiese tenido que apostar, jamás hubiese pensado que quedaría congelado por 70 años, nadie hubiese ganado esa apuesta.
Los pensamientos de Steve fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose, era ella, la chica con la que había interactuado sus primeros segundos en su nueva vida, Steve necesitaba hacerle tantas preguntas, quería saberlo todo, aunque resultara lastimado al final de cada respuesta.
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Steve
La vi entrar por la puerta con un traje de agente, mientras que su pelo estaba anudado en una coleta, se veía fresca y joven, los trajes si que estaban modernizados, aunque no pude evitar sentir incomodidad al verla, el traje era bastante ceñido al cuerpo, desde siempre había evitado mirar de más a una mujer, pero ya llevaba 70 años sin ver a una y esa chica era absolutamente espectacular.
— Capitán Rogers, lo estaba buscando. – dijo Maggie, mientras caminaba lentamente para sentarse en una banca que estaba justo al lado de mi bolso.
— Pues ya me encontró... ¿de qué quería hablar señorita Carter? – me resultaba difícil decir señorita Carter, todavía no me acostumbraba a la situación.
— Capitán Rogers, le agradecería que no me llamara señorita Carter, con decirme Maggie es suficiente, no debería de ser tan respetuoso conmigo, por poco y casi se convierte en mi abuelo. – La última oración que salió por su boca me provocó una sensación muy extraña en el estómago, Maggie tenía razón, por poco y casi me convierto en parte de su vida.
Toda intención de cortejarla se esfumó en ese instante, ni siquiera debí pensar en eso, esa chica no merecía arreglar mis heridas.
— Disculpe Capitán Rogers, era un chiste, pero si le molestó hágamelo saber y no dudaré en mostrar arrepentimiento. – era una chica muy educada, pero a leguas se notaba que tenía carácter.
