Capítulo 21 ~ Unidos en cuerpo y alma🔞.

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Capítulo especial 10K vistas, muchísimas gracias por todo el apoyo que le han dado a la historia <3.

Maggie

Salí de la ducha con un pijama de seda color rosa de dos partes que venía en la ropa que mi tía había conseguido para mí. Mi primera imagen fue un James acostado en la cama durmiendo profundamente, como si por fin pudiese dormir tranquilo, sin que nada ni nadie pudiese frustrar su sueño.

Se me apretó el pecho al verlo tan susceptible, me encantaba ver como sus labios estaban en un puchero muy sutil, con su pelo desaliñado y sin nada de la cintura para arriba. Lo ultimo hizo que desviara la mirada al instante.

Me acosté en mi lado, tratando de que la separación fuese la apropiada, cuando me acomodé apague la linterna y me dormí casi al instante, estaba muy cansada para siquiera pensar.

La luz que se colaba por la ventana fue la que me despertó, avisándome de que ya había amanecido y oficialmente Wakanda era nuestro nuevo hogar. Pero lo que me llamó la atención no tenía nada que ver ni con el lugar, ni con el clima, lo único que llamó mi atención fue sentir al hombre que dormía a mi lado, abrazándome por detrás, con su brazo de metal aferrado a mi cintura, mientras que su cabeza posaba en mi nuca.

Su respiración hacía que mi piel se erizara, pero no quise moverme, por alguna razón se sentía tan bien tenerlo pegado a mi cuerpo. Cuando moví mis caderas para acomodarme, fue que toda señal de ternura y autocontrol se fue a la mierda.

Su erección era bastante visible, más cuando la sentí justo encima de mis nalgas, sus manos se posaron en mis caderas, mientras dormido me pegaba cada vez más a él y a su miembro, que con tal solo sentirlo se me hizo agua la boca. El deseo se apoderó de mí, así que hundí mis caderas hacía atrás, sintiendo su erección cada vez más grande y vibrante.

Solo cerré mis ojos, mientras callaba los jadeos que soltaba por tenerlo tan cerca, respirando en mi oreja y apretando mis caderas. Mi control se nubló cuando lo escuché jadear un "Devushka", así que sin pensarlo tomé uno de mis senos y comencé a apretarlo con fuerza, perdida por la excitación que me provocaba ese momento, esa erección que yacía compenetrada entre mis nalgas.

Uno de mis jadeos hizo que James despertara, pero no se alejó de mi lado, al verme sumida en la lujuria decidió seguir con este juego que en algún momento nos mataría a los dos. Su agarre en mi cadera se magnificó, mientras sentía como movía mis caderas y su pelvis, las dos en la misma frecuencia, llenando la habitación de jadeos reprimidos. Su cabeza se posicionó en mi cuello, mientras respiraba cerca de él, llegando a mi oreja, para dejar un pequeño beso.

— Estás volviéndome loco Devushka. – jadeó en mi oreja.

Por mi reacción estaba segura de que suponía que él también estaba volviéndome loca. – James.... – gemí, mientras pegaba mis nalgas a su erección.

Fue como si hubiese despertado a un James que no conocía, pero que estaba ansiosa por conocer. Tomó mis caderas con fuerza, mientras me daba vuelta para recostarse encima de mí, cuidando de no aplastarme.

Nos miramos sin decir nada, pasando nuestras miradas a nuestros ojos y labios, jadeando en la misma sintonía. James estaba entre mis piernas, mientras yo las rodeaba a su cintura. Atacó mi cuello con hambre, besando desde mi oreja a mi clavícula, bajando para agarrar mis senos con sus manos. Cuando vi como sus manos calzaban perfectamente en ellos, me di cuenta de que solo quería una cosa, necesitaba besarlo.

Saqué su cara de mi clavícula, mientras la tomaba con las dos manos, mirando cada detalle de su cara, viendo como tenía pequeños cortes por haberse afeitado el día anterior y sus labios estaban un poco resecos, pero apetecibles, sus ojos azules me derretían con tal solo mirarme, acto que respondí mordiendo mi labio inferior.

Heridas de guerra | Bucky Barnes Where stories live. Discover now