DIRTY┃HAN JISUNG.

05

Sus ojos se apretaban a medida que movía su cabeza de un lado otro, no podía sacársela de la cabeza, mucho menos las palabras que le había dicho su padre.

Su padre siempre apoyaba cada detalle que hacía Han como si fuera un ejemplo a seguir. Luego de que se había mudado a aquel barrio todo había cambiado.

Cuando cumplió los diecisiete años todo había cambiado; Sexo, drogas y alcohol habían invadido su vida cotidiana... todo haciendo que su padre se largara de aquella cuidad y se fuera a Londres, dejándolo solo.

. . .

Abrió los ojos dándose cuenta que la mujer que había llevado a su departamento aún estaba ahí.

Sentía sus ojos pesados y las pequeñas bolsas de cocaína invadían el suelo de aquella habitación. En su mesa de noche aún había líneas rectas de aquella sustancia que no fueron consumidas la noche anterior.

Abrió las sábanas dándose cuenta que la mujer estaba encima de él. Resopló con pesadez tratando de quitarla sin que se despertara. Abrió la boca con bostezo dirigiéndose a su mesa de noche ingiriendo así la última línea que quedaba.

— Joder —Sonrió —Eso fue genial.

Aspiró una vez más su nariz para asegurarse de que nada quedara fuera de su organismo. Suspiró una vez más viendo el desastre que había ahí, ya sabía por qué su padre no quería que se quedara solo en un lugar como ese.

Agitó su cabeza para peinar su cabello y tallar sus ojos, sintiendo unas manos rodear todo su cuello llevándolas hacia su torso.

Sonrió, aún tenía drogas en su organismo, no estaba totalmente cuerdo para pensar pero si sabía todo lo que había pasado la noche anterior.
Tomó la mujer quien tenía unos labios gruesos, su cabello corto y sedoso, su cuerpo que era para morirse y la gran forma en la que la había tomado en esa cama era inolvidable.

— ¿Por qué despierto tan temprano? —Preguntó en su oído, haciéndolo que sonriera el también.

— Estoy cansado de estar dormido —Levantó su cuerpo de ahí yéndose a la enorme pared de cristal blindado que había ahí.

— ¿Acaso no te pueden ver?

— El vidrio está diseñado con la vista desde adentro hacia afuera, no todo lo contrario.

— ¿Y si te están viendo justo ahora? —Mordió su labio mirando hacia abajo, notando que el peli negro no tenían nada de ropa.

— Entonces sabrán que la tengo mucho más grande que ellos —Ella rió haciendo que el también lo hiciera.

— ¿Y si vuelves a la cama? —Lo tomó de las manos llevándolo hacia la orilla de la cama. Subiéndose encima de el podía notar como su sonrisa estaba aumentando más —Tengo mas cosas que mostrarte justo ahora.

. . .

— ¿Donde demonios estabas? Llevamos esperándote más de dos horas —Reclamaba Bang Chan.

— ¿Que tienes en el cuello? —Preguntó Changbin, haciendo otra pregunta una vez más — ¿Por qué llevas lentes de sol?

Han se quitó sus lentes de sol, haciendo que sus dos amigos pusieran la cara de haber visto un fantasma. Han los echó a un lado entrando a la tienda sabiendo que no le había gustado sus reacciones.

Bang Chan entró después de el, dejando a Changbin fumando solo en la entrada. Suspiró aún mirando en las condiciones que estaba.

Tomó una bebida de el refrigerador y algunas pastillas que tenía para la resaca que se cargaba en ese momento.

— Bebe esto... —Han le hizo caso, el sabía que estaba decepcionado, sabía que se había drogado una vez más.

— ¿Que? —Cuestionó Han — ¿Por qué tienes esa cara? Solo dime que pasa de una buena vez.

— Pienso volver a Australia...

— De ninguna manera —Levantó su cuerpo de la silla giratoria que tenía ahí para acercarse a Bang Chan con un tono autoritario.

— Han... yo también tengo una familia y debo ir porque me necesitan... no puedo quedarme aquí solo porque tú me lo pidas.

— Yo te necesito aquí conmigo, no puedes dejarme solo... no puedes dejarme con todo esto.

— Han no soy tu niñera... tampoco soy alguien quien uses todo el tiempo cuando necesitas algo.

— Eres un egoísta.

— No, tú lo eres... no sabes decir por favor ni gracias, estamos siempre ahí para ti y tú ni siquiera has hecho nada por nosotros. Y lo de esa chica hazlo tú, yo no me quiero involucrar en esa mierda.

— ¿que te pasó? Tu no eras así.

— La gente cambia....

— Te vas a arrepentir Han...

— Te vas a arrepentir

— Es tu hija...

Por un reflejo de ira y los recuerdos que había tenido por su culpa había lastimado a Bang Chan, arrojándole lo primero que logró tomar en ese entonces. Había jodido todo.

Se había jodido así mismo.