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Aún con su mochila en las manos caminaba dándose cuenta como todos en la calle la miraban dejando que su mente hiciera todo el trabajo. Era un poco tarde y hacía frío pero a ella no le importaba porque era agradable.

El sostén de encaje color rojo podía verse a través de su camisa blanca que aún estaba mojada y que no se había secado por la humedad del clima.

Estaba lloviznando por momentos pero la gente estaba cansada de poder ofrecerle abrigos para que se cubriera, porque se verdad hacía frío. Estaba un poco mareada por las veces que había llorado, su maquillaje estaba hecho un desastre y el rímel junto con el lápiz de ojos estaba todo corrido.

El único lugar que se le ocurrió fue el bar porque sabía que el estaría ahí por ella. Estaba ahí solo para verla a ella y eso la hacía sentir poderosa. Mordía el labio inferior con frecuencia sabiendo que lo que iba a hacer era algo malo.

Pero vamos, lo único que quería era divertirse, porque estaba tan dolida por lo de Felix que quería era poder hacerse saber a ella misma que no necesitaba de él para poder ser feliz.

¿El se acostaba con otras chicas? Entonces ella haría lo mismo con hombres que podían pagar miles de dólares por poder estar metidos entre sus piernas. ¿Iba a vender su cuerpo? No ¿Iba a aprovecharlo? Por supuesto que si.

Y lo iba a hacer con el nombre que ha estado mirándola desde el primer día en el que lo había conocido. Desde el día que la había defendido de aquel asqueroso señor.

Dejó su mochila en el vestíbulo y con un movimiento rápido había tomado una botella de whiskey para tomarla y beber de ella. Estaba buscándolo con la mirada y podía ver como el ya la estaba viendo.

Sentía la preocupación que había en sus cejas porque era la primera vez que la veía así, también sabía que ella no estaba bien por la manera en la que se veían sus expresiones. Pero al verla así tan mojada dándose cuenta como ella lo estaba mirando sabía que no estaba pensando en cosas buenas.

Con la botella en las manos se había acercado con ellos haciendo que los demás abrieran un espacio para que se sentara.

Se había quitado su brazier antes pero el no se estaba dando cuenta porque la camisa ya estaba lo suficientemente seca. Estaba confundido pero estaba amando la manera en la que se estaba comportando. Sentía como sus ganas de besarla aumentaban más pero aún así sabía que debía disculparse por lo de la otra noche.

— ¿Podemos hablar? Es que debo revisar tu mano —Ella había hablado primero antes de que el redactara una palabra.

— Yo también necesito hablar —Decía rascando su nuca algo avergonzado, el no tenía ni la mínima idea de lo que ella tenía planeado hacer.

Ella se levantó tomando su mano y también sosteniendo la botella en la otra entrando a la misma habitación donde había pasado algo que nunca pensó que se repetiría.

El estaba parado sin entender nada de lo que estaba pasando, notaba que en su tono que ya no era más uno duro y seco, era uno suave y coqueto, como si estuviera planeando hacer algo más que revisar su mano.

Tomó el botiquín para ponerlo ahí, se sentó en una silla esta vez estando muy cerca de él. Quitó las vendas haciendo una cara de sorpresa al ver que el había cumplido cada paso que le había dicho al pie de la letra.

Su mano estaba muy saludable.

— No cambiaste tus vendas —Decía dándose cuenta de que ese día no las había cambiado —Alguien durmió y se duchó con las vendas puestas. Eso no es bueno para mi mucho menos para ti...

Han solo quería disculparse, mientras que ella daba señales de que estaba coqueteando con el. El se verdad quería cogérsela ahora mismo pero no sabía si estaba jugando con su mente.

DIRTY┃HAN JISUNG. Where stories live. Discover now