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— ¡Diez mil dólares Han! —Exclamó su madre quien ahora estaba en su cocina lavando los platos, lo cuales ahora estaban en el suelo por el estado de shock que su madre había tenido. 

— Lo sé, y necesito que me prestes ese dinero para resolver toda la mierda que está pasando. Es muy importante porque la vida de una persona está en juego.

Maldijo por lo bajo al mencionar ese detalle, ella no sabía de la existencia de la menor y tampoco quería contarle porque sabía que si el lo hacía ella iba a querer conocerla cuando ni el sabía que clase de relación tenía con la menor.

Debía hacerlo oficial.

— ¿Esa es la bienvenida a casa que me das? ¿Pedirme diez mil dólares para resolver un problema donde una vida está involucrada? Debe de ser alguien muy importante para ti que quieres pagar todo ese dineral.

— Mamá no quiero que alguien muera por mis actos, sabes que puedo ser un hijo de puta...

— Leguaje —Advirtió.

— ... Pero no puedo permitir que esa persona muera solo porque yo no quise pagar lo que debo.

— Entonces veo que cambia el asunto, tú lo debes... así que tu tendrás que pagarlo.

— Mamá, si pudiera lo pagaría.

— Han no quiero ser grosera pero como tu madre, quien no te malcrió de esa manera debo decirte que si tú estás metido en eso tu lo debes de resolver.

— Por favor...

— Tienes treinta años por dios, pareces un niño de cinco pidiéndome ramen —Suspiró sentándose en el mismo lugar que el para poder hablar con tranquilidad — ¿Cuando me vas a contar que tienes una chica la cual no te deja dormir en las noches?

— ¿Quien mierda te dijo eso?

— Entonces es cierto —Rió un poco, sacando su pastel del refrigerador tomando un plato, sirviéndose ella y también a Han —Tu padre me contó.

— ¿Mi padre? ¿Ustedes no se odiaban? —Preguntó metiendo un pedazo de pastel en su boca —Además ustedes no tienen por qué meterse en mis asuntos.

— No hables con la boca llena —Ella tomó una servilleta para ponerla a su lado —Y contestando a tu pregunta, no Han, no nos odiamos. Esta bien que no estamos juntos pero tenemos un hijo y ese eres tú.

— Bueno... —Suspiró —¿Me prestarás el dinero? Porque también quiero que me des más de esto. Está rico.

— Acabas de decir que no debemos meternos en tus asuntos —Levantó una ceja buscando un sobre en su sala.

— Lo siento por eso, pero el no debe meterse en mis asuntos diciéndote con quien me acuesto y con quien no.

Su madre rió aún mirando como aún sus cachetes tenían la manera de inflarse al comer.

Había recordado esos buenos momentos cuando era pequeño y le había dado un poco de nostalgia. Entonces la recordó a ella, recordó en la manera que actuaba cada vez que su antigua pareja estaba presente.

— ¿Cuantos años tienes la chica? —Preguntó lavando el plato que había ensuciado, intentando hacer contacto visual mirando hacia atrás.

— Diecisiete —Encogió sus hombros — ¿Por qué lo preguntas?

— Curiosidad —Sonrió.

—  ¿Por qué no te sorprende?

— Tienes una grave obsesión con las chicas menores de edad Han. ¿Acaso no la superas? Debes hacerlo por el bien de tu salud mental.

— Mama... cállate —Siseó —La verdad nadie estuvo hablando de ella y tú solo la mencionaste. Lo odio.

— ¿Por qué tan rudo? No es algo nuevo en tu vida, también es algo que debes de superar y no actuar de esa manera cuando la menciono.

— Es algo muy innecesario que la menciones mamá, es parte de mi pasado y traerla al futuro... puede dar malas vibras.

— Malas vibras —Repitió riendo — ¿Sabes que hablé con ella? Justo me la encontré en la estación.

— Bien por ti...

—  ¿Sabes que tiene una familia? Tiene un esposo muy apuesto y una hija muy hermosa. Pensándolo bien, puede ser tu tipo.

— Mamá estamos hablado de la hija de mi ex novia... es incómodo con tan solo pensar que puedo cogerme a su hija.

— O la tuya...

Su corazón se paró y la boca por un momento supo amarga, el sentimiento invadió su estómago y el silencio era uno de los mayores miedos de Han.

La mano intentó tomar el vaso de agua que su madre le había dado, pero la había sentido pesada, sentía que no podía mover ningún músculo.

— Eso es imposible...

— Tu que sabes... no sabes si ella es tu hija y esta ocultándolo habiéndole pensar a la gente que es hija de ese tipo. Han me dijiste que te fuiste esa noche cuando la dejaste sangrando en la cocina. ¿Acaso supiste de ella luego de eso?

— Es que es imposible mamá.

— Las posibilidades de salvar a un bebé cuando está el peligro de aborto son bajas, pero si un médico llega a tiempo es un cien por ciento de que el bebé se salve — Suspiró —Pero como no soy una adivina no aseguro de que sea cierto.

La mujer solo de quedó sentada mientras miraba como Han estaba consumiéndose por sus pensamientos. Pensó que sus padres les encantaban molestarlo de esa manera, les gusta que no esté tranquilo en cuando ese pequeño sentimiento de culpabilidad.

Vio el sobre que su madre había puesto encima de la mesa dándole una mirada de severidad haciéndole saber que ahí estaba el dinero y que había confiado en el para prestárselo.

DIRTY┃HAN JISUNG. Where stories live. Discover now