DIRTY┃HAN JISUNG.

29

La rutina de sentarse en la silla y quedarse en silencio viendo como ella cambiaba sus vendas se había hecho diaria. Estaba lastimándose con las intenciones de ver su hermoso rostro.

Desde la llamada por el mechero ellos no se habían vuelto a comunicar más y el hecho de que Kyung siempre la llamaba para que ayudara a Han con sus manos le atrapaba porque el sabía que ella no diría que no.

_____ aún estaba dolida por lo que le había dicho Loren, ¿de verdad Han era ese tipo de hombre? Que cuando no puede tener a una se va por la otra. Ella no lo creía, pero sabiendo todo su comportamiento cuando se enojaba estaba más que claro que era así.

Con las pinzas había quítalo las puntuaciones que le había dado esa noche y con una suspiro se había retirado de la silla e irse arriba.

Han la tomó del brazo pegándola de la pared sintiendo lo caliente que estaba su cuerpo. Estaba segura de que se había enojado, sin ninguna razón... otra vez.

La tomó una vez más para mirarla a los ojos y sentir como su pecho subía y bajaba... su corazón estaba latiendo muy rápido y el hecho de que estaba dejándose controlar de sus emociones era increíble. Han no podía expresarse y al no hacerlo actuaba como un idiota esperando a que ella adivinara.

— Suéltame.

— Empezaste a actuar como una santa cuando te sentaste en sus piernas y ahora te vas a follar con el.

— ¿Que? ¿Quien te dijo eso? —Preguntó intentando averiguar quien se lo había dicho porque estaba clara de que Bill no lo haría.

— ¿Entonces es verdad? —Aún estaba agitado y su respiración estaba mucho más profunda de lo normal.

— Yo no tengo por qué darte malditas explicaciones Han — Decía firme.

Han solo reía negando con la cabeza mordiendo sus labios intentando no decir una estupidez, porque sabía que si lo decía ella se iría y no dejaría que el hablara.

La miró una vez más intentando decir una palabra pero era como si el nudo en su garganta se formara como si evitara que lo dijera. Estaba tratando de decirle.

Los ojos de ______ estaban brillosos tratando de descifrar solo con mirar sus ojos que quería decir, que era lo que el sentía.

Pero no, Han se alejó aventando algunas cosas tratando de calmar toda la impotencia y la ira que tenía al ser tan cobarde. Estaba perdiendo la cabeza.

— ¡¿Que mierda te pasa?! —Gritó ella preguntando por fin, haciendo que el empezara acercarse a ella y pagarla en la pared.

— Tu eres lo que le pasa —Apuntó su pecho con su dedo índice, pegando más su cara con la de ella haciendo que la tensión se volviera mas grande —Tu eres el maldito problema.

— ¿Q-Que? —Tartamudeó.

— Maldita sea —Golpeó las botellas de agua que estaban en sus manos para sentir como su cuerpo había temblado —Eres tan tonta, tan estúpida que no te has dado cuenta.

Han se alejó de ahí tratando de respirar, queriendo que ella lo dijera primero, tratando de no verse tan ridículo.

Empezó a quitarse la chaqueta para poder respirar mucho mejor, se sentía sofocado y las ganas de golpear algo más invadía su cuerpo.

— Estas tan concentrada pensando en tu maldito ex que no te das cuenta de lo que pasa a tu jodido alrededor.

____ se quedó pasmada, pensó en Jasmin porque era la única que sabía sobre Felix, ella le había contado y estaba lista para enfrentarla por eso.

— ¿C-Como sabes eso?

— ¡Eso no importa ahora! Solo date cuenta.

— ¡¿Entonces que quieres que haga?! Dime de una maldita vez la mierda que quieres decir, no soy una adivina para saber que sientes maldita sea.

— ¡Es que no puedo! —Empezó a acercarse por fin dejando salir todo es estrés que sentía por cada palabra que quería decir —Yo no puedo joder.

Suspiró para por fin poner su cabeza en su pecho poniendo sus mando a cada lado de su cuerpo apretando el mármol de decoración que tenía está tratando de contenerse.

Unos sollozos podían escucharse salir de sus labios escuchando como absorbía su nariz dejando a la menor algo confundida por lo que pasaba.

— Han... —Intentó tomar su rostro poco a poco acunando sus cachetes en ellas, al mirar sus ojos estaba rojos y las lágrimas bajaban sin control por el dolor y la presión que sentía en ese instante — ¿Por qué? ¿Que impide?

Lamió sus labios llevándose algunas gotas a su boca, ella aún estaba en shock por lo que estaba viendo, lo estaba viendo llorar, nunca había visto un hombre llorar jamás.

No sabía por qué estaba llorando pero sabía que tenía algo que ver con su pasado que no lo dejaba pensar con claridad.

— Tengo miedo —Admitió —Tengo miedo de hacerte daño, de quitar tu sonrisa, de acabar con tu corazón... tengo miedo de destruirte, no quiero que me conozcas a fondo, no quiero que te metas con alguien como yo... Yo no soy bueno para ti pero tampoco quiero que encuentres alguien mejor que yo.

— Han... —Intentó hablar pero el la había callado poniendo su dedo en sus labios.

— Me gustas mucho, desde la primera vez que te vi quise arrancar todo de ti, arrancar tus sonrisas, hacerte feliz, hacerte gemir, hacerte sonreír, quiero hacerte saber que eres mas especial de lo que piensas —Rió con locura —Eres la persona que me vuelve loco cuando se sienta en las piernas de alguien más porque no quiero que hables con la de ese lugar gente que no sea yo, y se que suena egoísta pero me importa una mierda, te quiero solo para mi.

— Han déjame de...

— Silencio —La calló— Solo escucha lo que te estoy diciendo porque que es la primera vez que me abro hacia alguien así. Solo quiero que sepas lo mucho que me gustas... Y esta bien si tú no sientes lo mismo pero al menos te dije lo que tenía guardado en mi corazón.

____ no sabía que decir pero estaba consciente en que responder y cómo... Lo tomó de su rostro para pegar sus labios y Han no dudó en tomarla de sus labios y seguir el beso con mucha intensidad y llena de pasión.

Esta vez no era solo lujuria, se podía sentir todas las emociones en ese beso junto con el amor, pasión, lujuria, deseo y mucho más de lo que estaba guardando para uno al otro sin darse cuenta.

____ lo tomó de su camiseta guiándolo hacia el mismo sofá que antes, Han metió su mano sana por su blusa soltando un gemido de tanta satisfacción por fin sabiendo que lo había soltado todo.

Cortó el beso haciéndola fruncir el ceño dándose cuenta de lo ansiosa que estaba por la forma en la que sus pupilas se dilataban.

— Aquí no, no quiero que nos interrumpan.