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Las luces naturales que brindaba la luna era único que iluminaba la habitación, junto con una lámpara de lava que estaba dándole unas lindas vibras a tranquilidad.

Aunque todo estaba calmando menos Han.

Tenía la menor en frente de su rostro, con su uniforme puesto y su mochila colgada en sus hombros. Quería poder arreglar las cosas con ella por fin.

Ahora que se había calmado por toda la mierda que había pasado hace dos noches ahora estaba totalmente de acuerdo con su estabilidad emocional.

El mayor de acercó a ella para abrazarla y poder sentir ese aroma a fresas que tanto le encantaba. Estaba tan feliz de poderla tener entre sus brazos que sintió que tenía ganas de llorar. Y de una manera inesperada, había roto en llanto.

— Lo siento —Lloraba en su hombros, dejándola pasmada por la manera tan vulnerable en la que estaba actuando. Quitó su cara de su rostro viendo sus cachetes mojados por las lágrimas que sus ojos estaban brindando.

Han estaba sacando el lado que jamas había mostrado a ninguna mujer, el sabía que ella era la correcta, y que por fin había encontrado el amor de su vida, a la chica que necesitaba para decirse completo. Han por fin se estaba abriendo ante ella.

— Siento haberte dicho esas cosas tan feas, siento haber reaccionado así ante tu te amo, actué como un idiota, de verdad lo siento tanto. Pensé que con esas palabras iba a evitar enamorarme de ti porque tenía miedo, tenía miedo de tener a una chica tan perfecta como tú y arruinarlo todo... eres tan linda, solo mírate con tu pequeño uniforme del colegio y yo aquí llorando como un estúpido —Rió, haciendo reírla a ella también. Absorbió su nariz para ir a ella y acercarse más —Quiero que me des otra oportunidad, que me dejes mostrarte quien soy en realidad, que por fin te sientas querida... quiero que seas la chica que merezca todo el amor que puedo dar.

— Esto es... hermoso.

— Lo sé... porque tú ____, eres la chica con la que quiero pasar el resto de mis malditos días, quiero abrazarte todos los días, besarte todos los días, hacer el amor contigo todos los días.

Han había peinado su cabello, mirando sus hermosos ojos azules los cuales no paraban de expulsar tantas lágrimas. Sonrió, perdiéndose en ellos dándose cuenta de que el se había ganado la maldita lotería con ella.

— Te amo... —Confesó. Dándole un beso, para separarse y sonreírle.

— También te amo, Han Jisung.

Los labios de Han se unieron con los de la menor, sintiendo como el labial se mezclaba con sus labios, soltando un suspiro sintiendo el gran alivio al saber que todo estaba resuelto, o la mitad de sus problemas lo estaban. 

Sintió como las manos de la menor se metieron entre su camisa llevándolo lentamente hacia el borde su su cama, aún besando sus labios sintiendo como se unían sintiendo el sabor de cada uno, las pequeñas manos de ella se encargaban de hacer todo lo que fuera necesario para que todo saliera bien.

Sonrió entre el beso y el también, ellos estaba destinados a estar juntos, ella quería a alguien como él y Han Jisung necesitaba una chica como ella, eran piezas que acababan a la perfección. 

— Te extraño... te extrañé mucho... —Balbuceaba sintiendo sus manos en su cintura desnuda, abriendo los ojos y encontrándose con los de ella.

Extrañaba tanto su tacto, su piel, su voz, sus besos. Tenía días que no la había tocado, que no había escuchado su voz, que no le había dicho lo tanto que la necesitaba. Ella se había hecho tan importante para el que no sabría lo que haría si la llegara a perder.

Quitó la camisa blanca junto con la corbata roja que traía su uniforme, mientras que sus labios no lograban separarse por más que quisieran tomar un respiro.

____ soltó un suspiro de placer al sentir como las manos de Han habían desabrochado su sostén, por fin podía sentirla piel contra piel.

— Iré a casa de tus padres —Anunció—Lo pensé y puedo hacerlo solo para que te sientas segura de todo esto.

— ¿En serio te pondrás a hablar de mis padres ahora? ¿No ves que quiero estar contigo todo el día? Es posible que vayamos esta noche, pero por ahora solo quiero estar contigo.

— Eres egoísta.

— ¿A mi me hablas de ser egoísta? —Susurró entre sus labios, terminando el beso con una mordida — Te ves tan guapo cuando estás enojado.

— Yo no estoy enojado —Susurró con una sonrisa sintiendo los pequeños besos que la menor depositaba en sus labios.

Los labios de la menor pasaron a su cuello sintiendo como las manos de Han apretaban su trasero que ahora solo estaba cubierto por la parte baja de su ropa interior.

Sus manos se sentían recorrer toda la curva que brindaba su cintura, aún no paraba de ver lo hermosa que era y lo afortunado que se sentía por tenerla en sus brazos.

Sintió como sus besos bajaban y supo que haría lo que jamás imaginó lo que una chica como ella haría.

— Oh dios mío —Gimió cerrando los ojos al sentir si longitud envolverse entre los labios de la menor.

Miró hacia abajo dándose cuenta de que estaba manteniendo contacto visual y con esos ojos tan hermosos se quedaría mirándola toda la tarde, porque iba a ser una larga.

DIRTY┃HAN JISUNG. Where stories live. Discover now