12

1.8K 130 5
                                    

Las piernas estaban siendo arropadas por el frío que causaba el clima todo ese tiempo. Las medias no ayudaban mantenerla caliente, mucho menos podían cubrir sus muslos.

La menor empezó a peinar su cabello esperando por su novio quien había llevado con una flor, sabía con tanta cautela que la había arrancado del jardín de aquella señora, pero no... por la forma en la que estaba se le había pedido amablemente.

— ¿Y esa rosa? —Preguntó riendo.

— Es para alguien —Sonrió también —Para alguien que sabe que no la robé —Ella rió tomando la rosa para olerla, olía a agua y también a vainilla.

— Está bien bonita.

— Hermosa, como tú —Sonrieron —He estado de muy bien humor hoy, también creo que deberías decirle a tu madre que sales conmigo.

— Felix de verdad quiero decirle sobre nosotros, pero se muy bien como ella reaccionaría. Se pondría paranoica y aumentarían las cero posibilidades de que no diga una sola palabra nunca mas.

— Entiendo, se perfectamente por qué pero al menos dile que soy tu amigo. No lo sé, no quiero seguir viéndote en las aulas viejas o en mi auto en el medio de la nada... eso no es seguro, tampoco es bueno para ti.

— Yo lo sé y entiendo que te preocupes por eso pero no me puedes obligar a hacerlo... eres mi novio no mi padre.

El timbre sonó avisando de que las clases se habían acabado, y que ellos debían irse de ahí si no querían meterse en problemas.

— Te veré mañana... hoy me quedaré mas tarde en la escuela.

— ¿Más tarde? ¿Por qué?

— Es que tengo un proyecto sobre la —Pensó mas a fondo que decirle, ya que no se acordaban bien de que se trataba.

— La contaminación mundial —Sonrió haciéndole recordar.

— Eso —Sonrió —Gracias —Besó sus labios para irse corriendo a la escuela —Te quiero, espera el autobús, no te vayas sola.

Había tomado la camisa sin mangas que había olvidado en la mesa y la metió en su mochila para ver la hora en su celular dándose cuenta de que llegaría tarde al trabajo.

— Mierda.






. . .





Empezaba a contener la respiración agitada y las ganas de llenar a tiempo invadían la impotencia de seguir corriendo. Ese trabajo era la única manera en la que podía conseguir dinero y poder ahorrarlo por si era necesario.

Ella sabía que si le decía a su madre que trabajaba en un bar se daría otro ataque y esta vez sería serio. No iba a decirle que trabaja y tampoco quería decirle sobre Felix... sería mucho para ella.

Llegando al lugar decidió mirar la hora de su celular mientras corría para chocar con alguna persona, escuchar como maldecía y sentir como todo el líquido se escurría por su blusa.

— Mierda —Maldijo ella, ignorando al tipo con el que se había atravesado, yéndose dentro.

Entró a los vestidores mirando a todas esas chicas con lencería listas para salir a dar su show.

Todas le sonrieron porque ya la conocían pero maldijo miles de veces al darse cuenta de que su turno había terminado hace una hora.

El sol se había ocultado y su autoestima también al ver todas esas mujeres hermosas vestirse de una manera tan sexy. Era una completa decepción para ella misma, también se aborrecía.

— _____ ¿que haces aquí, pequeña? —Le preguntó su jefe al entrar para ver que todo estaba bajo control —Estás tarde, tu turno terminó hace una hora.

— Lo siento, llegué tarde porque estaba en la escuela hoy... un tipo se vertió toda su mierda en mi porque también estaba corriendo.

— Ya veo —Lamió sus labios al ver su camisa mojada, viendo todo lo que estaba debajo de ella. La textura de la camisa junto con el agua que habían derramado encima parecía una de esas actrices porno recién salidas a la acción. En sus ojos se veía muy sexo.

— Por favor déjame cubrir de mesera hoy —Empezó a juntar sus manos, dándose cuenta de que el tenia otra cosa en su mente.

— Saldrás así, pero no te pondrás el delantal... inclínate cuando sirvas las cosas y lúcete.

— Esto... ¿en serio?

— ¿Eso querías no? Para que te aumentara el sueldo... si es posible deja que te toquen.

La menor lo miró a él y miró a esos hombres asquerosos quienes estaban esperando por las mujeres que darían el show.

— Yo no...

— Si quieres seguir trabajando aquí entonces haz lo que te digo —Se fue de ahí dejándola con la palabra en la boca.

Por un lado no quería ser tratada como una niña pero por otro no quería ser tratada como una puta.

Suspiró.

Necesitaba ese trabajo, necesitaba demostrarle de lo que estaba echa.

DIRTY┃HAN JISUNG. Where stories live. Discover now