Marked by the Thunder (Thor)

Capitulo 4 - Encuentro

El ruido de un despertador interrumpió el sueño de Alina que miro la hora para comprobar que exactamente como cada mañana, desde hacía dos meses, el reloj marcaba las seis de la mañana. Enseguida, se levanto de la cama ya que, sabía que si se quedaba un solo segundo más, acabaría durmiéndose y llegaría tarde al trabajo. Era de sueño fácil.

Dos meses habían pasado desde que había tomado la decisión de poner en marcha su plan. Por ahora solo había conseguido algunos datos de acceso público sobre S.H.I.E.L.D. pero Ali juraría que, la mitad de ellos eran falsos documentos, intentando ensuciar el que, un día, fue un respetado nombre. Y además, había conseguido un empleo, que no era poco, pues en los tiempos que corrían, la situación de búsqueda de trabajo no era algo fácil.

Por suerte, Ali no había tenido que sufrir la agonía del desempleo pues, haber estudiando en Cambridge abre muchas puertas y si encima eres Ingeniera, bioquímica y conseguiste las mejores calificaciones de los últimos diez años, prácticamente el noventa y nueve por ciento de las empresas hacían cola por ti, no tu por ellas.

Alina fue con pies de plomo al elegir cuál sería la empresa a la cual prestaría sus servicios. Su madre y ella estudiaron las posibilidades durante días y finalmente, decidió quedarse con aquella que parecía más interesada en ella. Prácticamente le habían ofrecido la luna. Todo lo que ella pudiera pedir, ellos se lo daban y eso precisamente le asustaba, sin embargo, su madre estaba encantada. Le repetía una y otra vez que eso era porque ellos sabían que era un diamante en bruto que, una vez pulido sería un fichaje para el resto de su vida.

Katie no había dejado sus dos trabajos pero, con un sueldo como el de su hija, prácticamente podían vivir cómodamente sin que ella tuviera que mover un solo dedo. La idea de ser por mantenida por su hija no le parecía demasiado atractiva y por ello, había continuado trabajando. Eso sí, con ciertos cambios, pues ahora solo iba a cocinar al POP’S durante los fines de semana.

Alina se puso la ropa que la noche anterior había dejado perfectamente colocada sobre su escritorio, pues si algo importaba en su trabajo eran las apariencias. Había logrado firmar un contrato Healthytex, una de las mayores compañías de diseño de procesos de transformación de productos bióticos en todo el mundo.

Allí, estaba desarrollando un proyecto junto a tres personas más. Todas ellas muy serías y nada habladoras, aunque a Alina no parecía importarle pues era más la dicha de trabajar haciendo aquello que le gustaba que el que sus compañeros de equipo tuvieran un carácter escaso de humor.

Con miles de ideas sobre lo que hoy iba a hacer en el trabajo llego hasta el aseó, donde se cepilló los dientes después de lavarse la cara, se maquillo de forma natural y sin excesos. Era una chica bastante sencilla y hecha un pincel bajo a desayunar, donde su madre ya le había preparado un buen café descafeinado con edulcorante y una tostada de mermelada de fresa, su favorita.

- Buenas días mama.- dijo Ali.

- Buenos días calabacita, hoy estas especialmente contenta ¿se puede saber a qué se debe?- pregunto su madre, quien ya sabía la respuesta pero adoraba ver como el rostro de su hija se iluminaba al hablar de lo que hacía.

- Hoy es la primera vez que voy a ir con el equipo a recoger una muestras, así que, es como una pequeña excursión pero llevándome todos mis aparatitos.- aplaudió entusiasmada como una niña pequeña.- Además, se que hago esto para un buen fin, antes o después lograremos desarrollar la vacuna que salvara a millones de vidas.