Marked by the Thunder (Thor)

Capitulo 19- "El libro".

Todos en la sala guardaron silencio. Los primeros acordes la canción The Memory Will Never Day de la banda Default calaban en lo más profundo de los presentes, haciendo que los sentimientos que hasta ahora habían tratado de mantenerse a ralla, saliesen a la superficie.

A Alina se le encogió el corazón. Aquella canción decía mucho y estaba consiguiendo que lagrimas apareciesen en sus ojos. Al darse la vuelta y mirar a su madre, comprobó que ella no era la única a la que le ocurría, y como a ellas, al noventa por ciento de los asistentes.

Coulson, aferrándose a todo el amor, sincero y puro derivado de una amistad que duro menos años de los que ellos hubiesen deseado, cerró los ojos con fuerza. En su mente había un propósito, la idea firme de que una vez los abriera tendría el coraje y valor necesarios para enfrentar aquello de una vez por todas.

- Esto, señores y señoras- empezó el director refiriéndose a la canción que sonaba de fondo- Es la canción favorita de la agente May.

Al darse cuenta de que había hablando de ella como si estuviera viva, se detuvo momentáneamente. No podía venirse abajo, no ahora que sus agentes necesitaban más que nunca un líder fuerte que les enseñara a seguir hacia delante ante cualquier adversidad.

El director, suspiro pesadamente y se recompuso como le fue posible para continuar su discurso.

- Era algo que solo aquellos pocos privilegiados sabían. Y yo, puedo decir bien alto que me siento honrado de haber conocido a Melinda. Era una mujer cerrada herméticamente a sus sentimientos y hoy más que nunca, me siento orgulloso de haber sido uno de esos pocos que consigo que abriera sus cerrojos y se mostrara tal cual era.

<<Todos ustedes conocieron a la Agente May, una mujer implacable, audaz e inteligente. Todo un torbellino segador de vidas en el campo de batalla, mejor conocida como "La Caballería". Pero queridos amigos, mucho más allá de esa heroína con una fachada de hielo que mantenía las distancias ante cualquiera, mucho más allá... estaba Melinda. – Un pequeño suspiro emergió de él de forma inconsciente. Estaba siendo resultándole realmente duro hacer esto- Una mujer junto a la cual y por aquel entonces, una niña, pude comenzar mis días en S.H.I.E.L.D. >>

Todos en la sala permanecían en silencio, empáticos ante un mismo sentimiento y un mismo hecho que había dañando al núcleo de la organización. Los agentes presentes, con sus cabezas bajas, escuchaban las bonitas palabras que su superior le dedicaba a la que fue y será, uno de los pilares de en su vida.

<<Crecimos y maduramos juntos, nos hicimos fuertes juntos y llegue a conocer a la autentica amazona detrás de su pose seria y sin humor. Una mujer sincera, soñadora, con secretos. Como este- dijo refiriéndose a la canción que sonaba en la estancia. May había sido una fiel seguidora de ese grupo los últimos años de su vida, aunque por su puesto, solo algunos lo sabían.- Mujer, amiga, compañera y líder nata. Eso es lo que May era para mí. La mitad de mi alma. Nadie, en todos mis años de servicio, llego a conocerme tan bien como ella lo hizo. Fue mi bote salvavidas ante las mareas, la luz en mis tinieblas, la cordura de la que en ocasiones carecí. Ella era así. Y, compañeros- dijo quebrándosele la voz por primera vez desde que subió a la tarima- Así debe ser recordada. >>

<<A pesar de todos los galardones que la agente May pudiese tener sobre sus hombros-siguió diciendo- es su ultima Azaña, aquella que.... Aquella que nos privo de verla con vida alguna vez más, por la que debemos darle gracias. Arriesgo su vida por una misión, y por la vida de otras siete personas. Sin miedos, sin límites.- sonrió con tristeza y limpio una lagrima que comenzó a deslizarse por su rostro. >>