Capítulo 32 - Reestructuración

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Tres días habían pasado desde que los nueve mundos quedaron a salvo de la amenaza que suponía Surtur y desde entonces, demasiadas cosas habían sucedido.

Todos y cada uno de los países desarrollados de la Tierra, e incluso parte de aquellos con bajos recursos, se volcaron en contribuir en la reconstrucción no solo, de las muchas zonas afectadas a lo largo de Reino Unido, sino también en cualquier parte del planeta en la que la maldad del Gigante hubiese provocado daños materiales.

El planeta entero quedó unido por este suceso, países que estaban en conflicto dejaron a un lado sus problemas, líderes políticos enemistados se olvidaron de sus rencillas y así... se formo una unidad, una unidad para reconstruir al nuevo mundo y atender a todos los heridos y perjudicados que resultaron víctimas de una guerra que ni si quiera vieron venir.


Al día siguiente de que el portal estallara llevándose con él a Surtur y a sus secuaces, las autoridades que emitieron una orden de busca y captura localizaron a los cabecillas de Hydra, entre los cuales estaba Markus Riley, dueño de Healthytex, empresa tapadera de Hydra para la cual un día trabajo Alina. También fueron hallados gran parte de los agentes al servicio de la antigua organización de Cráneo Rojo y, aquellos que todavía no habían sido capturados pronto lo serian.

A todos ellos se les seguía la pista después de que agentes de S.H.I.E.L.D. asaltaran sus bases y dieran con ficheros y registros en los que se mencionaba la identidad de aquellos que tenían alguna relación con ellos, desde agentes a políticos corruptos, todos ellos fueron descubiertos y pagarían caro.

Markus Riley, entre otros, fue juzgado en un juicio al que se le dio prioridad y fue condenado a pasar el resto de sus días en una prisión construida por S.H.I.E.L.D. bajo el mar, de forma que nunca jamás pudieran escapar.


Durante las últimas setenta y dos horas el mundo entero había estado movilizado, y muchas decisiones que cambiarían el futuro inmediato fueron tomadas. Los principales representantes de Naciones Unidas solicitaron una reunión con Alina y por consecuente, con Coulson como director de S.H.I.E.L.D. Cuando esta se llevo a cabo, muchos temas salieron a la palestra pero principalmente, los líderes de la mayor organización gubernamental internacional agradecieron a Alina el peso de su actuación en el conflicto que la Tierra, junto a otros muchos mundos, habían tenido con Surtur.

Para demostrarle su gratitud todo aquel agente de S.H.I.E.L.D. que hubiese formado parte del frente de defensa en la guerra ya pasada, mensualmente recibiría una gratificación que, en el caso de Alina, iba mucho más allá de una importante suma de dinero.

La marcada por el rayo había sido la clave para llegar al triunfo y aunque a horas de ahora, la Tierra seguía bajo un importante descontrol que cada segundo iba a menos, pronto la paz volvería a establecerse y reinar no solo allí, sino en los nueve mundos. Naciones Unidas permitió que Alina formulase una lista con ciertas exigencias que ella esperaba que cumpliesen, y eso la llevo al momento de ahora.


En Volterra, situada en el corazón de la Toscana, el sol estaba oculto bajo un manto de nubes que impedían al sol brillar con tanta fuerza como el soberbio astro deseaba. Casi en el punto más alto del municipio, oculto bajo una construcción alzada desde tiempos remotos se encontraba la base encubierta de S.H.I.E.L.D. La misma en la que los Vengadores, junto a Coulson y un importante número de compañeros de organización, se refugiaron tras el alto al fuego para recomponerse y darse tiempo para sanar sus heridas. Y, justo en esa misma base, en ese preciso instante, Alina acompañada por Coulson, estaba a punto de ser testigo de cómo Naciones Unidas cumplía con la primera de sus exigencias.

Marked by the Thunder (Thor)Where stories live. Discover now