YANDERE BOY'S

ARTE SANGRIENTO

Tan fluida como la tinta... Tan hermosa como el color rojo... Tan valiosa como una obra de arte... Todo eso y más quisieran de ella... Mi musa que me inspira en cada asesinato...

Las bellas artes eran las carreras del ahora, muchos jóvenes cada vez más se inclinaban por ese mundo de la escultura y pintura para hacer verdaderas obras de arte. Para muchos solo era una moda, algo que seguir por moda, no porque les gustara ni siquiera como pasatiempo, muchos carecían del talento y muchos otros lo despreciaban.

(TN) aquella pequeña niña tan tímida tenía el don de las artes, pero no de cualquier arte, no, el arte de la música que muchos hasta el momento carecían, era un verdadero diamante en bruto. El violín, instrumento en el cuál era un haz, le permitía expresar lo que su corazón y las palabras no podían. Había logrado ir a varios certámenes y quedado en los mejores lugares, se enorgullecía de lo que hacía y era tan feliz así sus padres no estuvieran del todo de acuerdo.

Su madre prefería que ella fuera abogada, su padre prefería que fuera ingeniera. Ambos pensaban que la música solo sería un pasatiempo, pero no era así, ella quería llegar a ser una concertista, o estar en alguna orquesta donde mostrara su talento al interpretar muchas de las mejores canciones clásicas e interpretar otras canciones suyas e incluso acompañar a varios artistas del momento.

- Bájate de las nubes (TN), esto de la música solo es un pasatiempo deberías enfocarte en algo de provecho – decía su madre con severidad.

- La música no es un buen negocio nadie le interesa poner su dinero en algo que es muy incierto como el negocio de la música. – Su padre se burlaba de ella con sarcasmo.

Pero (TN) no les mostraba ningún ápice de caso, ignoraba a sus padres y en cambio trabajo duro para lograr sus sueños, ingresar en una de las más prestigiosas universidades de artes para lograr seguir estudiando música.

- ¡¿Música?! ¡Quieres ser una muerta de hambre (TN)! – Le gritaba furioso su padre, mientras tiraba su hoja de aceptación.

- ¡Eres una estúpida, no servirás de nada ni serás una mujer de provecho! – Grito su madre mientras en su cara estrellaba la palma de su mano y le dejaba la marca roja de su palma.

(TN) no decía nada, solo callaba, pero con su violín y sus notas expresaba lo mucho que le molestaba ser humillada, ignorada y tratada solamente como una fuente que pudiera sacarlos de la pobreza en la que se encontraban, aunque tenía un techo sobre su cabeza y comida en su mesa, sus padres no lo veían así.

Con el paso de los años, ella seguía paciente, callada y fuerte, tratando de imponerse sobre lo que sus padres pensaban sobre su carrera. Veía con envidia y nostalgia como a sus compañeros muchos de sus padres o tutores los apoyaban e iban a sus presentaciones.

- No podemos asistir tenemos que trabajar para traer dinero a esta casa o ¿Quién crees que te da dinero para tu estúpida carrera de desperdicio? – Decía su padre a modo de reproche cada vez que (TN) le manifestaba que quería que fuera a verla en sus presentaciones.

- ¿Qué crees que tengo tiempo para perder? –Le preguntaba su madre – no niña estúpida, tengo cosas por hacer, algunos si tenemos un verdadero trabajo que atender.

Siempre era lo mismo, ella no podía más que quedarse sola en su habitación y tocaba su violín con la intensidad que le embargaba el corazón. Y silenciosas lágrimas caían de su cara, solo pedía una cosa, que sus padres decidieran apoyarla como antes lo habían demostrado...

... Era un hermoso y radiante verano, (TN) tenía una sonrisa en su rostro, un nuevo curso, algo nuevo que hacer, su padre y su madre reían con ella mientras conducían hacia la nueva escuela de verano donde ella tomaría su primera clase.