DESTINO ENSANGRETADO

5.3K 114 6
                                    

Nadie sabe lo que le depara el destino.... Te engancha con quien menos lo esperas.... Después de haber un encuentro... Se daría el siguiente... Y ya no saldría jamás de ahí...

Llevaba cuatro años trabajando para el TSC. Tenía un record perfecto. Incontables Ghouls eran los que había apresado y caído ante mí. Me llamaban "Halcón" talentoso, pues al cazar a los Ghouls siempre atrapaba a mi presa. Hasta ahora muchos Ghouls habían caído bajo mis operaciones encubiertas.

Lo poco que recuerdo de mi vida anterior era aquello, junto con la apacible y calmada vida que tenía antes de este desastre por parte del destino. Mis amigos, familia y mi novio, los únicos que en verdad me importaban, todos solo parecían un lindo sueño...

¿Qué iba a pensar yo que mi pasado me iba a perseguir? ¿Qué culpa había tenido yo? Sin dudar, cualquiera que me conociera sabría de mí que era una chica que había llevado una infancia un poco difícil, pero que, a pesar de ello, siempre tenía una sonrisa en la cara. Pero en mi perfecta vida y carrera, había algo que nadie más sabía, excepto Kaneki, mi novio y prometido. Algo que me había marcado grandemente para llegar a donde ahora estaba. Algo que se habían encargado de esconder de mi pasado, para que pudiera tener un futuro.

Hubo un encuentro, un encuentro que nunca olvidaría, y que cada mañana al despertar recordaría. Y que me perseguiría siempre en mis pesadillas; un encuentro con un Ghoul. No detestaba a todos los Ghouls; pero a ese en especial sí.

Era algo bastante peculiar, para que creciera feliz y sana decidieron decirme que lo que había visto había sido una creación de mi imaginación, que fue un ladrón quien había perpetrado todo, pero yo sabía otra cosa.

Flashback

- Mamá... Tengo sueño... Quiero irme a casa, mamá... - llamé con cansancio a mi madre.

- Está bien cariño, déjame ir por mi bolso, mientras tanto despídete y luego nos iremos, cariño. - Dijo mientras acariciaba mi cabeza.

Hace mucho, donde era yo feliz, donde tan solo tenía seis años en ese momento. La inocencia y la felicidad, incluso la ingenuidad todo dentro de mí, aún latente.

Habíamos estado en una fiesta familiar, donde estuve divirtiéndome, jugando, corriendo, subiendo y bajando, lo norma para una niña de mi edad. Recuerdo que ya eran las once y media, y estaba lista para irme, acostarme y dejarme llevar por el mundo de los sueños. Mi madre, una mujer risueña y amable, quien se preocupaba tanto por mí, sonriendo para mí y para los demás el ultimo día que la había de ver.

Luego de haberse despedido y de yo esperar cerca de la puerta, ella se acercó a mí, tomo mi mano volvió y nos fuimos, solo ella y yo. Con la noche cuidándonos las espaldas, avanzábamos por las oscuras y frías calles de la ciudad, nuestra casa no quedaba tan lejos de ahí, y mi padre debería estar por llegar a casa y nos reuniríamos para que el pudiera contarme un cuento antes de dormir como todas las noches.

Íbamos caminando a casa en aquella noche de invierno oscura y fría a inicios de diciembre. Caminando y sonriendo mientras apenas la nieve comenzaba a caer sobre nosotros. Las calles se encontraban desiertas, pero no había preocupación, solo teníamos que cruzar aquel callejón y estaríamos en casa en cuenta de nada.

Cuando comenzamos a pasar por aquel callejón oscuro, el ambiente se comenzó a sentir tenso, mi madre sin decir ni una sola palabra, comenzó a apretar el paso, ya estábamos a la mitad, sonidos extraños se escuchaban, mi madre apretó aún más el paso; casi al final, un hombre, un joven que a mi parecer parecía alguien muy mayor; saltó de un edificio frente a nosotros, tenía lo que parecían tentáculos saliendo de su espalda y me asusté al verlo, tanto que apreté la mano de mi madre.

YANDERE BOY'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora