YANDERE BOY'S

SIEMPRE COMO UNA SOMBRA

¿Un simple sueño? ... ¿Siempre tuve el control?... ¿O solo fue una ilusión? ...Siempre iba a estar ahí... tras de mí....

Ser hija de una familia normal es más de lo que pude pedir, mis padres eran como todos los demás, como toda familia siempre existían problemas, pero no eran para tanto, ya que siempre se lograban resolver.

¿Qué podía yo más desear?... Era una chica normal, y eso estaba bien, al menos para mí, lo único en que me concentraba era en los estudios, en audicionar para cumplir mi más grande sueño, y salir a divertirme con amigos y familiares. Vivir mi vida.

Toda mi vida era normal a excepción de algunos de mis gustos, era una chica bastante alegre, inquieta, siempre diciendo tonterías. Aunque había un lado oculto que muy pocos conocían, y ese era ser la que mantenía el control en la relación.

A pesar de que parecía que yo era la que aceptaba las cosas, la realidad era otra. Solo mis amigas más íntimas sabían ese oscuro secreto. Me gustaba tener el domino, que pidieran y rogaran por más y sobre todo los chicos que eran fríos y distantes, esa personalidad me atraía mucho, pues era un reto para mi hacer que ellos rogaran por mí.

Yo nunca rogaba por nada, ni siquiera por continuar en una relación, pero... después de aquella noche todo comenzó a cambiar, de alguien dominante pase a ser una presa dominada...

La noche, la luz de luna que se proyectaba y atravesaba aquellos lugares que le permitían el paso, las sombras bailando, haciendo figuras en la oscuridad, el viento nocturno calmado y apacible, todo envuelto en una gran calma, yo seguía caminando por las silenciosas calles para llegar a mi casa, no me preocupaba en lo más mínimo ir sola, sabía qué hacer si alguien molesto se me acercaba o eso creía.

De momento comencé a sentir el ambiente pesado e incómodo, comencé a observar con más detenimiento la calle y noté que era algo inusual ya que ahora no había ni un alma. Sin embargo, de pronto comencé a escuchar unos pasos detrás de mí, y sin siquiera pensarlo la necesidad de correr me invadió.

- Relájate (TN) solo es una persona – dije para mí misma mientras, respiraba profundamente, sonreí al pensar que alguien me estaría siguiendo ya que eso era poco probable.

No obstante, de repente sentí la inercia de ser aventada y estrellada contra una pared, por el choque había quedado por un segundo aturdida, mi vista apenas si podía enfocar de quien se trataba, no sabía hacia donde estaba, pero a juzgar por la oscuridad podía decir que estaba metida en un callejón.

La oscuridad del callejón no me permitía ver muy bien a mi atacante.

- ¡¿Quién demonios eres?! - grite sin importarme nada, pero solo el silencio me respondía - ¡Contesta mi pregunta, estúpido!

Solo el silencio nocturno me contestaba.

- ¡Suéltame maldito! – grite mientras comenzaba a forcejear, haciéndolo más difícil para él.

Una sonrisa de confianza surgió de mis labios, cuando de golpe logré zafarme de su agarre y corrí hacia la salida del callejón, había mantenido un buen control y dominio. Pero toda mi satisfacción se fue por la borda cuando nuevamente sentí el golpe nuevamente de la dura y fría pared en mi espalda.

Las manos de aquella persona, habían apresado las mías colocándolas por encima de mi cabeza, su cuerpo acorralaba el mío, mi desesperación comenzó a aumentar. De pronto comencé a sentir el toque de una de las manos recorriendo todo mi cuerpo sobre mi ropa, me hacía temblar.

Tras varios minutos de sentirlo, mis piernas comenzaron a temblar, mi fuerza comenzaba a flaquear, había algo en esa persona que hacía que no pudiera evitar lo que me estaba haciendo, mis manos, piernas y brazos no respondían, no se movían me había quedado quieta totalmente a su merced.