YANDERE BOY'S

ME AMARAS PARA SIEMPRE...

"Todo tiende a cambiar... Ya sea para bien o para mal... Pero nadie es capaz de predecir el destino... Ni siquiera quien lo escribe..."

Había pasado algo de tiempo, (TN) había estado saliendo con Kaneki durante casi dos años, lo conocía como la palma de su mano. Conocía sus miedos, sus alegrías, sus dudas, sus emociones, sus diferentes gestos, inclusive sus peores días, todo lo que le sucedía, o eso parecía ser. Pues parece que hasta el más dulce tiene su lado amargo y oscuro que oculta de todos los demás.

Ella se había enamorado de su personalidad tímida y reservada. Para él, fue difícil ir abriéndose, parecía una concha de mar que guardaba con recelo todo de sí, (TN) se sentía feliz de que él confiara tanto en ella y que cada día que pasaba se acercaban más y más el uno al otro. A veces, (TN) se burlaba de él hasta que un rojo profundo aparecía en sus mejillas. Aquellos días tan mágicos, y tan llenos de sonrisas tímidas, de sonrojos discretos y expresivos, de las caminatas agarrados de la mano, parecían tan distantes, desde aquel día que todo cambió. Incluso la marcha del destino.

Aquella llamada, el café derramado, la taza rota al caer de su mano. El mundo se derrumbaba para ella en ese día de lluvia, cuando escucho que Kaneki estaba en el hospital. Sin pensarlo mucho, salió corriendo de su casa, a toda prisa, su corazón latía tan rápido que parecía que le daría un paro cardiaco.

Llego con falta de aliento al hospital, pidió informes a la recepcionista sobre el estado de Kaneki, pero solo le pudieron decir que había sufrido un ataque probablemente causado por los Ghouls que acechaban en la oscuridad, y ahora se debatía entre la vida y la muerte.

(TN) temiendo lo peor, trato de mantener la calma, así que decidió esperar a que la operación que le estaban practicando de emergencia terminara. Cuando la operación termino, el doctor salió a informar sobre el estado del paciente, (TN) se había estado comiendo las uñas por la incertidumbre, sin embargo, respiro y se relajó cuando el doctor le dijo que él estaba fuera de peligro.

(TN) se quedó a su lado cuidándolo durante ese tiempo que estuvo en recuperación en el hospital. Cuando al fin lo dieron de alta, salieron del hospital y ambos caminaron a casa; (TN) miro a Kaneki, él solo veía hacía el suelo, de pronto el cielo que tan soleado había estado, paso a ser gris y nublado y pequeñas gotas comenzaron a caer.

- Kaneki... - Ella llamo - ¿estás bien? – pregunto preocupada.

Él solo se encogió de hombros y siguió caminando. (TN) se le quedo mirando un buen rato, hasta que volteo nuevamente su cabeza y siguieron avanzando, dando así por terminado la conversación y evadiendo la pregunta.

Los días pasaban, al igual que las semanas, y (TN) no sabía decir si todo seguía igual o empeoraba cada vez más. Kaneki se comportaba cada vez más extraño, él evadía a (TN), no comía con ella, comenzó a trabajar en una cafetería llamada "Anteiku" y muchas noches salía de casa. A (TN) no le pareció raro el trabajo, pero su comportamiento y que incluso seguía usando el parche en su ojo a pesar de que el doctor le había dicho que en menos de un mes podía quitárselo.

(TN) se preocupaba cada vez más pero siempre que trataba de hablar con él, él solo la evadía. En una de tantas noches, (TN) no aguanto más y deicidio seguir a Kaneki, quien volvía a salir con la noche como compañera y protectora.

Kaneki era muy cuidadoso, sin embargo, (TN) fue aún más sigilosa, ella sabía que algo le pasaba y si no quería contárselo era porque tenía miedo de cómo reaccionaría. (TN) lo siguió hasta que él entro en un callejón obscuro, (TN) llego a la entrada del callejón, pero temerosa si estaba haciendo lo correcto dudo por un instante, hasta que comenzó a escuchar ruidos extraños y unos gritos.