POSION DE AMOR

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Él es mí único amor... No amo a nadie más que a él... Yo le pertenezco... Soy suya... A él es el único que necesito...

Inglaterra o como le dicen muchos que lo conocen el buen Arthur Kirkland, él país que yacía solo en el océano, el conquistador de algunos países, el peor cocinero, el pirata más temido de todos y aquel que no mostraba mucho sus sentimientos.

No había nada en el mundo que Inglaterra adorara más que su té, o el pasar tiempo con sus amigos fantásticos, o de hacer hechizos, o de molestar a Francia cada vez que tenía oportunidad o de tratar de opacar a Estados Unidos/América.

Simplemente a su vista no había nada más, sus amistades eran pocas, se llevaba bien con Japón y tenía relaciones comerciales con la mayoría de los países. Pero tenía algo que nadie más tenía, encerrado, guardado en secreto para todos aquellos que posiblemente se lo pudieran arrebatar...

... Era la nueva reunión mundial, y una chica iba caminando apresurada, no quería llegar tarde a su primera reunión, después de tantos años de lucha interna por fin había conseguido poder sobreponerse, ahora por fin era libre de decidir con quién aliarse y con quien no, excepto tal vez por aquel país...

En poco tiempo se hallaba frente a la gran puerta de la sala de reuniones, se tranquilizó, cerró los ojos y al abrirlos empujo con sus manos las grandes puertas revelándose ante todos los que allí se hallaban sentados.

Aquella chica era (TP), de la división latina, (supongo que la mayoría que lee el libro son latinas, si no es así entonces ignora esa parte), era una chica sencilla, pero con carácter, alegre y precavida.

Todos los países ahí presentes se levantaron al verla y cada uno fijo sus ojos en ella.

- Lamento el retraso – agrego disculpándose y tomando su lugar junto a Italia.

- No te preocupes (TP), ve~ - contesto Italia en el idioma de la chica, mientras la veía y le daba unas palmaditas en la espalda – apenas vamos a empezar.

- Well, let's start with today's meeting (Bien, comencemos con la reunión de hoy) – hablo el gran Alemania, con su fuerte asentó alemán clavado en la pronunciación de sus palabras, ya que el idioma que imperaba en la reunión era él inglés. – As you will see, we have a new member, she is (como verán tenemos un nuevo miembro, ella es) (TP).

- Es un gusto conocerles – agrego ella con educación y con una sonrisa al final, ya que no le gustaba mucho hablar en ese idioma.

- Vaya que eres toda una hermosura – se escuchó el acento francés provenir de esa voz, respondiéndole en su idioma – tal vez tú y yo podamos tener una hermosa relación – y al finalizar lanzo una rosa a la chica.

Ella la tomo con delicadeza, entre sus manos y la olfateo, después de un rato volvió a sentarse y puso la rosa a un lado.

- Gracias, espero que así sea Francia.

Aquella chica misteriosa, era lo que muchos de los países en esa reunión necesitaban, ella tenía una vasta variedad de recursos que a otros les faltaba, todos tenían sus ojos puestos en la recién llegada. La reunión fue como siempre, Japón siempre estaba de acuerdo con todos, Estados Unidos o América no paraba de reírse y de comer hamburguesas, Italia como siempre estaba durmiendo, Rusia solo se reía, China preparaba comida y Alemania, Francia, Inglaterra y (TP) parecía que eran los únicos que estaban interesados en el problema.

Sin embargo, Inglaterra miraba y escaneaba con sus ojos verdes a la recién llegada, veía con detenimiento cada uno de los movimientos de la chica, como su pelo café se movía al mismo ritmo que ella, su piel morena y sus ojos color café rojizo brillaban como si esos ojos fueran de cobre. Se estaba perdiendo en aquel bello ángel, hasta que lo que dijo Alemania lo saco de su trance.

YANDERE BOY'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora