LINDA MASCOTA

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Chuparé hasta que esté satisfecho... Cada gota de sangre que fluye... Tú cuerpo la arrojó... Acaso... ¿No me perteneces? ... No me mientas... Puedo ver cualquiera de tus mentiras en un instante...

Aquella chica de cabellos acaramelados con ojos color caramelo, era la típica estudiante que evitaba pleitos, siempre metida en la misma rutina, dispuesta a parecer invisible ante los demás. Pero claramente no pasaba del todo desapercibida y menos en aquella escuela nocturna a la cual se había transferido con tal de que su padre no se preocupase por ella.

Su padre trabaja de guardia nocturno en una empresa importante. Su padre se preocupaba mucho por ella, temía todas las noches que algo le ocurriera a su hija, incluso iba a dejar su trabajo, cambiando al turno de día, aunque la paga era menor. Ella no quería que su padre hiciera tal cosa, así que opto por cambiarse de escuela, ojalá hubiera hecho caso a su padre dejándolo cambiar de turno, ya que por querer evitar problemas acarraría uno peor.

Aquella chica se sentó en una de las mesas de la biblioteca de la escuela, de su mochila saco un pequeño libro color verde y comenzó a leerlo, olvidándose del mundo a su alrededor ya que aquel libro le parecía demasiado interesante. Se sumergió tanto en la lectura, recluyéndose en el rincón más apartado de la biblioteca que no prestó atención a nada a su alrededor, sin importarle tanto, ya que estaba fascinada con la bella escritura.

(TN) tenía su uniforme perfectamente puesto, siempre asegurándose de que todos los botones estuvieran bien ajustados, su moño estaba bien atada, su saco perfectamente planchado, su falda no estaba torcidos y sus zapatos atados. Siempre se aseguraba de llevar su uniforme perfectamente, y todo desde la muerte de su madre.

Desde que su madre había muerto, hace unos años, (TN) decidió cambiar, de una actitud desastrosa e irreverente, de una busca pleitos gratuitos, paso a ser la más aplicada, siempre llegaba casa a tiempo, hacía sus tareas, su habitación siempre se encontraba limpia y presentable, evitaba tener desvelos, siempre se iba a la cama a una hora determinada, se levantaba temprano, hacia ejercicio, y se encontraba lista antes de la hora indicada.

(TN) quería evitarle más problemas a su padre, no quería ser expulsada de nuevo y por su madre que ya no se encontraba ahí, haría todo lo posible por ser la mejor; su madre le decía que era la mejor, pero ella desperdiciaba su talento en cosas poco recreativas. Esa era la razón por la que todas las noches antes de irse a casa, se encontraba en la biblioteca, necesitaba estudiar, pero también le encantaba leer los diferentes libros.

(TN) siempre se fascinaba por la escritura, se concentraba en las palabras en el papel que se olvidaba de la existencia de los ruidos del mundo. Al pasar una de las páginas, no se dio cuenta de que un Ídol de pelo rubio la miraba fijamente, admirando su figura corporal, su cabello caramelo que enmarcaba perfectamente su rostro, y eso ojos brillantes ámbar que brillaban con fascinación mientras leía su libro. Su uniforme enmarcaba perfectamente su cuerpo, mostrando sus curvas.

Los ojos de (TN) estaba tan concentrados en su libro que no notó que cierto aquel Ídol se acercaba y se sentaba en la silla a su lado. No lo noto hasta que robó su libro.

- ¡Hey! – grito molesta. - Oh ... Hola Kou-kun ...

Dijo ella suavemente mientras tomaba su libro. (TN) siempre estaba callada, casi no hablaba con nadie y solo lo hacía si le hablaban primero.

- ¡Hola M-Neko-chan! – dijo Kou con una voz alegre y alegre.

(TN) rodo los ojos, jamás le gustó el nombre, y no tenía idea de lo que significaba la M.

- Ahhh... – suspiro - ¿puedes dejar de llamarme así?

- ¡Pero M-Neko-chan! – Replico - ¡Eres mi pequeña M-Neko-chan!

YANDERE BOY'SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora