YANDERE BOY'S

ÁNGEL DE "JUSTICIA"

¿Justicia?... ¿Castigo?... Yo siempre he seguido las reglas y ahora me atormentan sin descanso... ¿En que falle?... Él es mi juez, jurado, verdugo y sentencia...

Ser juzgada es duro, pero más lo es más el que te condenen a un encierro siendo inocente...

Siempre había sido una chica buena, que llevaba al pie de la letra todo; las reglas eran lo esencial en mi vida diarias, siempre bien portada, dando una buena impresión mía. Todo haciéndolo de acuerdo al código social, ético y moral, siempre dando el mejor ejemplo para los demás.

Había logrado terminar mi carrera de derecho, y ahora estaba trabajando para una respetada firma de abogados. La vida siendo una persona honesta, amable y justa me había abierto muchas puertas. Mi padre había sido un excelente policía y yo quería ser como él, no obstante debido a la pérdida de mi madre él me había pedido que estudiara una carrera menos peligrosa...

Aquella adorable mañana los tres caminábamos por el parque de diversiones, y todo parecía perfecto, el olor a algodón de azúcar, de dulces manzanas acarameladas, como siempre mis padres me habían permitido alejarme solo unos cuantos metros mientras ellos estaban sentados en algunas de las bancas del parque. Yo me encontraba en el carrusel que quedaba frente a ellos, mientras los observaba dando vueltas y sonriendo mientras mi padre tomaba fotos para atesorar todos esos recuerdos.

Claramente los tres la pasábamos genial, yo me divertía a lo grande mientras mis padres se daban muestras de cariño, era mi familia la familia perfecta envidia de muchos. Mientras daba una de las penúltimas vueltas el juego, al parar escuche disparos. No se cómo es que sucedió. Todo paso tan rápido. Al bajar e ir hacia mis padres logre ver que un tipo de pronto le quito el bolso a mamá, mi padre se acercó, yo quería ir con mi mamá pero mi papá me grito de forma imperiosa.

- ¡(TN) NO TE MUEVAS DE AHÍ!

Yo estaba asustada pero hice lo que mi padre me dijo, no me moví, no emití sonido alguno, solo miraba como mi padre iba por mi madre quien estaba siendo amenazada a punta de pistola por aquel hombre, de pronto hubo un silencio y entonces lo escuche, un disparo. Cerré mis ojos y me encogí, creí que me habían dado a mí pero cuando abrí mis ojos pude ver a mi madre tirada a unos metros más adelante, mientras mi padre arrestaba al hombre que llevaba el arma. No me moví hasta que mi padre me dijo que lo hiciera.

En ese momento corrí hacía mi madre, quien yacía desangrándose en el parque. Mi padre quien había arrestado a aquel hombre lo noqueo de un golpe, mientras esperaba a que los oficiales de seguridad del parque se presentaran.

- ¿Mami...?. – Preguntaba entre sollozos – mami... Mami despierta... Mami... ¡Mami! ¡Mami!

Comencé a gritar ya que mi madre no me respondía, mi padre quien estaba entregando el sujeto a los de seguridad volteo rápidamente ante mis gritos de angustia y dolor. Corrió a mi lado, me abrazo, tomo a mi madre entre sus brazos y la alzo embarrándose con su sangre.

- ¡Amor responde! ¡Rápido una ambulancia! ¡Alguien que llame a emergencias!

Mi papá sonaba angustiado y asustado como nunca lo había visto. Todo parecía ir en cámara lenta, como en las películas o series sobre este tipo de incidentes, los paramédicos llegaron, la gente se arremolinaba a nuestro alrededor, los policías llegaron y tomaron declaraciones de todos los allí presentes.