C/21

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Meterse en problemas no era algo que Han JiSung hiciera nunca, ni siquiera le gustaban las discusiones de ningún tipo porque creía ciegamente que eran innecesarias y absurdas. Él pensaba que mantenerse alejado de ellas era más sano y te hacia llevar una vida pacífica y mejor.

Pero ahora que se encontraba sobre el escritorio de la oficina del Ceo Lee, comenzaba a creer que meterse en problemas no era tan malo. Que los besos a fuerzas y las caricias bruscas que aquel hombre le estaba dando, era más de lo que alguna vez pensó que le pasaría. Mucho más.

Se sentía tan bien que aquel hombre lo sometiera de esa forma, que lo obligará a mantenerse quieto mientras hace con él lo que viene en gana. Y JiSung está tan de acuerdo, que está vez, ni siquiera le preocupa que el Ceo Lee este más que comprometido ahora. Porque se siente genial ser dominado, porque le encanta la forma en que Lee MinHo lo besa y porque está tan encantado con la brusquedad del mayor que todos sus sentidos y su buen juicio se nublan totalmente.

-Me fascinas, Han JiSung. - susurra el mayor después de morder los labios del menor con fuerza, pero no con la necesaria como para hacerlo sangrar o como para dañarlo. - me encantas tanto, pero odio demasiado las faltas de respeto. Creo que es bueno que lo sepas ahora.

JiSung no supo que responder pues apenas abrió la boca, el mayor lo volvió a besar mientras una de sus manos sostienen sus muñecas y la otra se desliza ágilmente por su cuerpo, hasta llegar a su pantalón y hacer de las suyas en aquel lugar que es más que sensible y que ya se encuentra levemente despierto.

Y mientras disfruta de la boca ajena, más desesperación siente al tener la mano del mayor acariciandole por cima del bóxer, sin siquiera tocarlo en realidad. Porque debe ser un castigo, no algo que disfrute en lo absoluto.

-Voy a castigarte, Sungie. - dijo el mayor apretando la intimidad del menor y haciendo que este arquee la espalda mientras un pequeño y suave gemido brota de sus labios. - y espero que no lo disfrutes como yo pienso disfrutarlo.

JiSung podía jurar que todo aquello era un maldito sueño húmedo que estaba teniendo porque justo en el momento en que Lee MinHo metió su mano dentro de sus bóxer, todo dejó de ser real y pasó a ser una maravilla tan hermosa y ruda que le encantaba. Lee MinHo era tan brusco con sus movimientos, tan fuerte y agresivo como solo él podía serlo que cada vello de su cuerpo se herizo totalmente. Toda su piel vibró y los gemidos tuvieron que ser cubiertos por la boca ajena para que nadie lo escuchará.

Y justo cuando sentía que explotaria con fuerza, el mayor detuvo todos sus movimientos y lo miró. Lee MinHo tenía una sonrisa burlona en sus labios y lo miraba en esperaba de las súplicas, el ruego y la desesperación que claramente estaba pintado sus hermosas facciones, pero Han JiSung tiene orgullo y es bastante.

Aunque justo ahora, esta dudando enormemente en sus pensamientos.

-¿No vas a pedirme que siga? - pregunto el mayor mirándole fijamente. JiSung no podía responder, su respiración era tan aprisa y errática que apenas y podía controlarse. - bien, no seguiré entonces. - pero apenas hizo el intento por alejarse del menor, este lo sujeto con las piernas con fuerza.

-Por favor. - susurro. - por favor haz conmigo lo que quieras, Ceo Lee...

Y Lee MinHo puso sentir aquella corriente eléctrica barrerle la columna con tanta fuerza que se podría decir que por primera vez, le dolió todo el cuerpo.

Ceo LeeWhere stories live. Discover now