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JiSung se sento en el cómodo sofá de la recepción mientras Chris terminaba de ordenar los papeles y cosas que se encontraban en en el escritorio perfectamente bien ordenado. El silencio era un fiel compañero de esos dos que tenían problemas similares, pero que no llegaba a parecerse en lo absoluto.

El silencio estaba siendo agradable hasta que las puertas del ascensor se abrieron y de él salió una mujer con vestido rojo a la rodilla bastante ajustado. Llevaba, también, un abrigo blanco con negro a la talla y su mirada desprendía una especie de superioridad que JiSung encontraba aterradora.

Lee Jihyo.

Una vez esa mujer lo encontraba cerca de su hijo y la mirada que le dedicaba seguía siendo la misma. Lo odiaba, JiSung se daba cuenta de ello y no es como que pudiera hacer algo más que saludar con cortesía y fingir que no se estaba muriendo de los nervios al ver a Lee Jihyo una vez más.

-Buenas noches, señora Lee. - saludo Chris con una reverencia y una sonrisa en sus labios.

-Buenas noches, Chris, ¿esta mi hijo? - preguntó ella dándole una última mirada al actor sobre el sofá que temblaba de los nervios. - un gusto volver a verte, Han JiSung. - dijo ella.

-Buenas noches, señora Lee. - respondió levantándose de su lugar.

-MinHo hyung está dentro esperándola. Me aviso que vendría para cenar con él y ya hice la reservación para ustedes, espero que les guste el lugar. - dijo.

-Siempre tan atento, Chris. - sonrió ella. - ten por seguro que nos gustará, siempre nos reservas en los mejores lugares. Me conoces muy bien en ese aspecto.

Chris hizo una nueva reverencia antes de escuchar como la puerta de la oficina se abría y salía con Lee MinHo con cara de pocos amigos mientras se abotona el saco con paciencia fingida. JiSung pasó saliva al mirarlo. Ese hombre simplemente era otro nivel de Dios. Afrodita debía estar orgullosa del humano que ahora vivía en la tierra.

-Madre, te dije que bajaría pronto. - fue lo primero que dijo al verla.

-Nunca puedes hacerme esperar, Lee MinHo. Soy tu madre. - respondió ella dándole un beso en la mejilla y un abrazo.

-Lo sé. Vamos, que la reservación es para las ocho de la noche.

Jihyo asintió y después de despedirse de Chris y de mirar a JiSung, camino rumbo al elevador. MinHo se pasó la mano por el cabello sintiéndose arto de ese día.

-Toma. - dijo a JiSung extendiendole una caja blanca con el logo de iPhone en la tapa. - te llamaré más tarde. Responde por favor.

Y se alejo. Dejando aún confundido Chris y aún asustado JiSung que escondió la caja detrás de su espalda cuando Lee Jihyo se giro en el elevador.

Cuando las puertas se cerraron y el elevador comenzó a descender, Jihyo no perdió la oportunidad de expresar su descontento con su hijo.

-Sí vas a meterme con ese actor, procura que no te quite mucho dinero por una revolcada cualquiera. - dijo ella mientras se acomoda el abrigo y el cabello.

-No voy a hablar de eso contigo, creo que mi intimidad es solo mía. Yo sabre con quien me revuelco y con quien no. Gracias por la recomendación, madre.

Las puertas se abrieron y MinHo no dudo ni un segundo en salir del reducido lugar a toda prisa. Lo que él hiciera, no tenía porque ser problema de su madre. Él ya tenía 28 años, era un adulto responsable. Sus decisiones era únicamente suyas y de nadie más.

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Ceo LeeWhere stories live. Discover now