Ceo Lee

C/41

Las probabilidades de tener aquel delgado cuerpo pegado al suyo eran bastante bajas, ni siquiera podían llegar al 10% o a algo más abajo porque Chris ya había perdido toda esperanza con ello. Se dijo muchas veces que si Felix quería encontrar a alguien mejor que él para ser feliz, entonces estaba bien, que si Felix por fin encontraba el amor que él se negó a darle en el pasado entonces él estaría de acuerdo porque entendía lo imbécil qué había sido.

Pero cuando descubrió qué su amado hyung estaba saliendo con Seo ChangBin, todo su cuerpo se estremeció de una forma extraña. Los celos le atacaron junto a la tristeza, siendo esta última la qué lo domino mucho más que la primera. Nunca había llorado antes por nadie, porque su vida estaba resumida a varias noches de diversión, teniendo una pareja hoy y otra mañana. Así durante muchos años. Luego se encontró con una hermosa persona llena de encantos y habilidad, una persona sumamente perfecta qué le volvió loco.

Empezó a acercarse a él, primero con la intención de ser amigos, después y algo confundido, intento besarlo. Felix no se negó a ello y le respondió aquello qué quería. Siguió su aburrido juego de verse por las noches y no decirle a nadie. Felix jamás se negó a ello, ni le molesto en los primeros meses y años de aquello qué tenían. Muy por el contrario, le gustaba tener una relación secreta con el menor, pero no le gustó siempre.

Christopher seguía teniendo parejas, chicas muy bonitas con las que duraba unos cuantos meses y luego las dejaba, ninguna se quedaba el tiempo suficiente como para ser relaciones serias, menos Felix, él se mantuvo a su lado desde el primer instante, fue la única persona que, a pesar de toda su mierda, se quedaba. Incluso ahora.

Con el pasar de los años y al cumplir 20, Christopher fue contratado por Lee MinHo, su mejor amigo y hermano mayor de Felix, aún estudiando la carrera y viéndose con Felix a escondidas. No le interesaba mucho aquel pequeño detalle en Felix porque él creía ciegamente qué su supuesta relación se terminaría unos años después.

No paso, porque a pesar de que intento alejarse del menor de los Lee, no pudo y estuvo volviendo incontables veces a esos labios, brazos, caderas y piernas como si fueran un imán. Le encantaba la forma en que Lee Felix podía enloquecerle, la forma en qué Lee Felix sabía complacer cada deseo suyo hasta volverlo propio. Era simplemente Lee Felix metiéndose en su piel como la primera vez. Paso muchos años detrás de él, siempre dejándolo como una segunda opción en su vida porque estaba plenamente confiado de tener al mayor en sus manos.

Tuvo que verlo con alguien más para saber que Felix no le pertenecía en lo absoluto, tuvo que verlo con alguien más para saber que lo ama con toda su piel, alma y corazón. Más de lo que alguna vez se pudo imaginar que amaría a alguien.

-Esto no significan nada, ¿Esta claro? - pregunto el mayor aun sobre sus piernas, con sus manos en la espalda del menor dejando aquellas tan conocidas líneas.

-Yo no diría eso, Lix. - respondió el menor impulsando sus caderas con precisión contra la estrechez de su mayor, robándole un bonito gemido y una hermosa expresión de su perfilado rostro. - esto es más que antes...- susurro antes de volver a besarlo y continuar con aquello qué ambos necesitaban, pero se negaban a pedir. Y quizás no era buena idea dejar que Christopher se volviera a meter en su piel, pero es que no podía estar lejos de él. No quería.

-Se que me necesitas... - dijo hechando la cabeza hacía atrás con los ojos cerrados por el placer qué le recorre la piel. - se que me amas, Christopher Bang. Dímelo, di que me amas, Christopher...

La habitación se volvió a llena de gemidos, súplicas y lloriqueos por parte del mayor. El chocar de sus piel y la necesidad qué crecia constantemente en su interior lo llevo a sonreír antes de decir aquello que antes no tuvo el valor de decir:

-Te amo, Lee Felix...

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Que bonito momento, quitando el hecho de que están en la oficina del Ceo....
😂😂😅❤

¿Cómo están? Espero que bien.