Menor que tres (<3) [Xiaether] (High School AU)

〔:🌻:〕「 29 」 ༄˚⁎⁺˳✧༚

—Oye, Lumine —dijo Aether, asomándose a la habitación de su hermana—. ¿Tú sabes cómo se hace tofu de almendras?

La chica levantó la vista del libro que estaba leyendo y miró a Aether con una ceja levantada.

—¿Por qué debería saber cómo se hace tofu de almendras? —inquirió a modo de respuesta.

—Te gusta cocinar —apuntó su hermano—. Pensé que a lo mejor conocías la receta.

—Pues tristemente no. Búscala en internet o algo.

Aether resopló.

—Eso haré entonces. Si necesito ayuda con algo, te avisaré.

—De acuerdo —rezongó Lumine.

* * *

Contempló satisfecho el resultado, ya emplatado. Tan solo había tenido que recurrir a la ayuda de su hermana cuatro veces y para ser la primera vez que preparaba tofu de almendras, tenía un aspecto estupendo.

—Oh, qué buena pinta tiene —opinó Lumine, entrando en la cocina a por algo de comer—. Déjame un poco...

Y diciendo eso, trató de probar un poco del tofu, pero Aether lo evitó a tiempo, dándole un guantazo en la mano.

—¡Chist! —exclamó—. ¿Qué haces?

—Probarlo —respondió la chica, frotándose la mano dolida—. Pero no veas cómo te has puesto...

—Es para Xiao —explicó—. Va a venir luego por la tarde.

—Tiene sentido —convino Lumine. Volvió a observar el tofu y añadió—: Se ve delicioso, eh. Si no le gusta, yo podría comérmelo sin problema.

—Le va a gustar.

—Bueno, pues tendrás que enseñarme la receta entonces, porque no pareces muy dispuesto a hacer tofu para mí —rezongó, creyendo que podría conseguir algo.

—Cuando vuelva a darme la vena cocinera, te prepararé algo de tofu —sonrió.

—A saber cuándo será eso...

Lumine abrió por fin la despensa, pilló algo para picotear y regresó a su cuarto.

* * *

El tiempo pasaba muy lento para Aether. Quería que Xiao llegara ya y pasar la tarde con él. Lo tenía todo preparado: el tofu de almendras, la consola lista para jugar juntos, el salón ordenado... Estaba aburrido de esperar.

Tumbado boca arriba en el sofá, con las piernas dobladas, tenía los ojos fijos en el techo blanco de su salón, suspirando cada dos por tres, anhelando que el azabache llegara.

Un buen rato después, como música para sus oídos, alguien llamó a la puerta y se levantó de un salto para acudir a abrir. A través de la mirilla, reconoció inmediatamente el pelo oscuro de Xiao, que justo estaba guardando su móvil.

—¡Por fin! —exclamó Aether en cuanto abrió.

—¿Por fin de qué? —repuso Xiao—. Me dijiste que viniera a las cinco. —Sacó su móvil para mostrarle la hora—. Y he llegado diez minutos antes.

—Tenía ganas de verte —rio el rubio—. Venga, pasa.

Aether lo llevó hasta el salón. Le preguntó si le apetecía comer algo, a lo que Xiao respondió que no estaría mal. El rubio sonrió, ilusionado por poder ofrecerle el tofu de almendras que con tanto esmero había preparado.