〔:🌻:〕「 10 」 ༄˚⁎⁺˳✧༚

3.1K 379 116
                                    

Era domingo. El grupo había quedado para ir a jugar juntos al billar. Había un local cerca del centro de Liyue donde, entre otras cosas, se podía practicar ese deporte, así como jugar a los dardos, al ping-pong o al futbolín. Era un sitio muy frecuentado por adolescentes y el dueño era un agradable señor que tenía una paciencia de oro con ellos.

Los hermanos estuvieron esperando un buen rato frente a la entrada del establecimiento hasta que Keqing llegó al lugar. La chica se quitó los auriculares al acercarse a ellos y, con una sonrisa, los saludó.

—¿No ha llegado nadie más todavía? —inquirió, sorprendida al verlos solo a ellos dos.

—No —bufó Lumine—. Pero bueno, aún ni siquiera son las cinco.

La cara de desaprobación de Keqing no fue nada disimulada. La chica era la delegada de su clase y además formaba parte del consejo estudiantil del instituto, así que para ella la puntualidad era algo imprescindible, acostumbrada a estar siempre rodeada de reglas que seguir y de tener que asegurarse de que los demás también las cumplían.

Sin embargo, el cargo que tenía no la agobiaba. A veces el estrés lograba sobrepasarla, pero eso ocurría en contadas ocasiones, aunque lo cierto era que sus obligaciones le quitaban mucho tiempo de ocio. Lejos de detestarlas, Keqing era una chica que disfrutaba de sus responsabilidades, cosa que sorprendía a mucha gente, más todavía dado lo joven que era.

Después de un rato más de espera, Hu Tao y Yanfei llegaron juntas. Al poco tiempo, Xiao también se presentó, a quien se le notaba más frío que de costumbre —tal vez tenía un mal día—; y finalmente llegó Ganyu, casi veinte minutos tarde. La chica se apresuró a disculparse, pues se había quedado dormida.

Xiao fue quien metió prisa a los demás e instó que entraran ya al local. Hu Tao no pasó por alto lo malhumorado que estaba y se lo echó en cara, pero el azabache simplemente la ignoró, como solía hacer con todo lo que le molestaba.

Pero, sin embargo, no podía deshacerse con la misma facilidad de ese sentimiento que estaba naciendo en su pecho, ese sentimiento que vibraba entre sus costillas cada vez que miraba a Aether. Necesitaba deshacerse de él como fuera, por Los Siete. Se negaba a aceptarlo, así que no le haría caso y lo acabaría enterrando como al resto de sus emociones, como hacía siempre, encerrándolas para no dejarlas salir jamás.

Dentro, había un ambiente animado pero no demasiado bullicioso, el ambiente ideal quizá. El dueño los saludó asintiendo con la cabeza y los siguió con la mirada para ver qué mesa acababan escogiendo. Se decantaron finalmente por la que estaba más al fondo, que para su sorpresa estaba libre.

Yanfei se agachó y metió una moneda en la ranura que correspondía y las bolas de colores salieron en fila. Cuando volvió a ponerse de pie, preguntó:

—Jugamos por equipos, ¿no? —Sería lo más cómodo para todos, ciertamente.

—Sí, por supuesto —dijo Keqing, agarrando un taco de billar.

Se quedó con la boca abierta para seguir hablando, pero Xiao la interrumpió:

—Un equipo con Hu Tao y el otro conmigo.

—Claro, si no estaría desequilibrado —intervino la chica aludida, comprobando la punta de su propio taco. Xiao y ella eran los que mejor sabían jugar al billar. De hecho, eran los único que sabían jugar bien.

—Aether y Ganyu conmigo —espetó Xiao, sin darle tiempo a añadir algo más—. Las demás contigo, me da igual.

A Ganyu solo le dio tiempo a titubear, mientras que Aether se apresuró en explicarle que él no tenía ni idea de cómo jugar.

Menor que tres (<3) [Xiaether] (High School AU)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin