〔:🌻:〕「 19 」 ༄˚⁎⁺˳✧༚

2.8K 374 280
                                    

No había forma de que la sonrisa desapareciera de los labios de Xiao.

—¿Entonces ahora estamos saliendo? —inquirió, como si todavía no pudiera creérselo—. ¿Somos... novios? ¿Pareja?

—Así es cómo funciona, ¿no? —rio Aether.

—No sé, todo esto es nuevo para mí... Nunca me había gustado nadie, ni había besado a nadie, ni había querido tanto estar con alguien...

—¿He sido tu primer beso? —inquirió el rubio, con la ilusión de un niño.

Xiao carraspeó y agachó la cabeza. No entendía por qué eso era tan especial.

—Pues sí... ¿Yo no he sido el tuyo?

—¿Qué más da? —dijo Aether, agitando una mano en el aire para restarle importancia.

—Eso significa que no.

—Está bien —rezongó el rubio—. No lo has sido, ¿pero qué importa eso ahora?

—¿Y quién fue entonces?

Aether se echó a reír. Xiao parecía empeñado en averiguar quién se le había adelantado en la tarea de robarle su primer beso al rubio.

—Ni siquiera sabes quién es —apuntó.

—Me da igual.

—Fue alguien de Mondstadt, cuando yo tenía catorce años. —Vio cómo Xiao fruncía los labios y se le hizo muy tierno que reaccionara así—. Oh, ¿te has puesto celoso?

—Claro que no. No digas tonterías —espetó. Inspiró y espiró antes de hablar de nuevo—. Bueno, tal vez sí... No sé cómo se sienten los celos.

—Qué lindo.

—¿Que qué?

Pero no le dio tiempo a decir mucho más antes de que Aether hiciera que se callara dándole otro beso antes de despedirse de él.

—Ten cuidado de vuelta a la posada, ¿vale? —le dijo, sonriéndole de esa forma que solo él sabía, haciendo que Xiao se sintiera la persona más afortunada del mundo—. Después más tarde imagino que estarás despierto, así que te escribiré.

—Escríbeme o llámame siempre que quieras.

—Te tomo la palabra —sonrió.

Y antes de que entrara por fin al edificio, Xiao lo agarró del brazo y fue esta vez él quien se estiró hacia Aether hasta besarlo de nuevo. Era una experiencia novedosa para él: el contacto de sus labios contra los del rubio le agradaba aunque fuera algo casi desconocido y había descubierto que le gustaba más de lo que habría podido imaginar. Siempre había pensado que los besos le daban grima, pero a Aether le daría todos los que le pidiera.

Aether llegó a casa y fue directo a buscar a Lumine, que estaba redecorando su habitación porque le habían entrado ganas de hacerlo, tan sencillo como eso, un capricho repentino. Su hermano no esperaba encontrársela subida a una escalera plegable organizando el estante más alto de su estantería y se quedó petrificado por la impresión al entrar.

—Uhm... Hola, Lumine —dijo, mirando con el ceño fruncido por la confusión el desastre que había montado la chica.

Lumine se pasó el antebrazo por la frente para limpiarse el sudor.

—Oh, Aether. ¿Qué tal ha ido todo?

—¡Ah, sí, eso! —exclamó, recordando por qué había llegado tan emocionado. El desorden en la habitación de su hermana lo había descolocado por completo—. ¡Ha ido genial! ¡Estamos saliendo, Lumine! ¡Estamos juntos!

La alegría de Aether, aliada con la pérdida de equilibrio de Lumine, estuvo a punto de tirar a la chica de la escalera. Por suerte logró recuperarse a tiempo, aunque si se hubiera caído lo habría hecho sobre su cama de todas formas.

—¡¿Qué dices?! —chilló ella—. ¿De verdad?

—¡Sí, sí! —Aether soltó un profundo suspiro que le vació los pulmones—. Lumine, no sabes lo genial que es... Estoy exageradamente feliz ahora mismo... Es muy lindo cuando hace como que se enfada... O cuando finge que le da igual todo pero en realidad se preocupa... Y también...

—Me parece genial —lo interrumpió su hermana—, pero puedes guardarte tus rollos de enamorado. Esa parte a mí me da un poco igual, siéndote sincera.

A ella le bastaba y sobraba con saber que todo había salido bien. No necesitaba más detalles que esos.

Entendiendo que se estaba pasando de la raya, Aether le deseó suerte en su tarea de reorganizar su cuarto, le rezó a Los Siete para que la terminara antes de que sus padres regresaran del trabajo —porque si no Lumine estaría muerta— y decidió darse una buena ducha para después ponerse su cómodo pijama.

* * *

Como si estuviera haciendo algo prohibido, Aether procuraba hacer el menor ruido posible al teclear sus mensajes para Xiao. El brillo de la pantalla de su móvil le iluminaba el rostro en la penumbra de su habitación y sus ojos le pedían que parpadeara cada vez más, pero él quería seguir chateando con el azabache.

Creo que debería irme a dormir, le escribió a Xiao.

¿Tan temprano?, le respondió.

Son las dos de la mañana. ¿Cómo que temprano?

Mientras escribía la réplica para el azabache, a Aether se le había escapado un bostezo que hasta le había saltado las lágrimas.

¿Quieres que me quede hablando contigo un poco más o qué?, añadió.

Ya sabes la respuesta. No me hagas escribirla, anda, fue lo que le dijo. Aether no pudo evitar imaginárselo con el ceño fruncido pero las mejillas rojas, y sonrió.

Me voy entonces. Buenas noches <3

A Aether se le escapó otro bostezo mientras Xiao escribía de vuelta.

¿Menor que tres?

Es un corazón, bobo. Míralo de lado, le explicó.

Oh, ya veo.

Bostezando, Aether salió del chat y dejó su móvil sobre la mesita de noche.

Sin embargo, antes de que se tapara con las sábanas, el móvil volvió a vibrar. Miró la pantalla y sus comisuras se curvaron en una tierna sonrisa al ver un nuevo mensaje de Xiao:

Buenas noches entonces <3

Menor que tres (&lt;3) [Xiaether] (High School AU)Where stories live. Discover now