Menor que tres (<3) [Xiaether] (High School AU)

〔:🌻:〕「 30 」 ༄˚⁎⁺˳✧༚

Sentir a Aether tumbado encima de él era tan reconfortante... El rubio se había quedado dormido sobre Xiao, con la cara apoyada en su pecho, con la oreja pegada a su corazón. Tal vez sus latidos fueron la nana perfecta para dormirlo.

A pesar del peso, Xiao estaba cómodo. Le acariciaba el pelo con los dedos, los enredaba entre sus cabellos rubios y luego los desenredaba, despacio, tranquilo, absorto del mundo. Tenía la mente en blanco; lo único en lo que podía pensar era en el calor de Aether quitándole el frío, en lo suave que era su pelo, en su pecho ejerciendo presión contra su cuerpo por la respiración.

Lumine entró al salón, donde estaban ellos, y, al verlos tumbados así en el sofá, sonrió. Aunque a veces aquellos dos se ponían más melosos de lo que a ella le gustaba, tuvo que admitir que aquella se le hizo una escena muy tierna.

La chica se estaba comiendo una barrita de chocolate y, después de masticar y tragar un bocado que había dado, habló:

—Qué conversación tan animada tenéis —dijo con sorna.

—Ya ves —murmuró Xiao. Miró a Aether y le apartó el pelo de la frente con la mano para verle la cara. Estaba profundamente dormido; incluso un hilo de saliva se deslizaba por una de sus comisuras. La facilidad que tenía para quedarse dormido era impresionante.

Lumine ordenó ciertas ideas en su mente antes de hablar de nuevo. Había algo que le quitaba el sueño por las noches, una pequeña espina que necesitaba quitarse para estar tranquila. Pensó que aquella era una buena ocasión para hacerlo.

—Oye —murmuró. Miró a Xiao un instante antes de continuar—. Quería pedirte perdón por... bueno, da igual. Tan solo quería pedirte perdón.

Había pasado mucho tiempo, meses de hecho, pero Lumine seguía sintiéndose mal por lo que había dicho de Xiao al principio de todo, aquel día en el que su hermano había regresado a casa llorando por su culpa.

Ahora lo conocía mejor y se había dado cuenta de lo equivocada que estaba. Aether quería a Xiao y Xiao quería a Aether, y eso a ella le llenaba el corazón de alegría al ver a su hermano tan feliz.

Justo por eso, ahora se arrepentía de la opinión que solía tener respecto a Xiao y quería disculparse con él, aunque el chico no supiera ni a qué se refería. Lumine necesitaba soltarlo para sentirse bien consigo misma.

—¿Perdón por qué? —inquirió el azabache.

—No quiero entrar en detalles, pero digamos que al principio no tenía una buena imagen de ti... Supongo que te prejuzgué y me arrepiento de ello, así que lo siento mucho.

—Oh, venga, Lumine. Eso es agua pasada, no le des más vueltas. —Suspiró, relajando los hombros. La chica seguía mirándolo casi apenada, pidiéndole en silencio que dijera que la perdonaba para poder quedarse tranquila—. Pero si tanto te importa... te perdono entonces, no te preocupes más por eso.

Para Lumine fue un gran alivio escuchar aquellas palabras. Al igual que su hermano, ella también tenía un corazón enorme y ante todo quería estar en paz con los demás y con ella misma. Y ese arrepentimiento que tenía, gracias al perdón de Xiao, había dejado de incordiarla y ahora la invadía la tranquilidad, sintiéndose por fin liberada de esa pequeña pero pesada cadena que la anclaba al remordimiento.

—Gracias, Xiao —musitó, recuperando la sonrisa y atacando de nuevo su chocolatina.

Un atisbo de sonrisa se dibujó también en los labios del chico.

—No sé cómo hace para conciliar el sueño tan fácilmente —musitó el azabache, mirando a Aether, apartando el tema de la disculpa de Lumine.

—Supongo que solo estará cansado después de haberte ganado doscientas veces —rio la chica.