Capítulo 19. [Entre Imaginación Y Realidad]

1K 126 19
                                    

MANHATTAN, DISTRITO DE NUEVA YORK

DOS SEMANAS DESPUÉS

—¡Esto es tan hermoso!

Macarena se deslumbró con la vista que tenía frente a ella. 

Una pequeña zona de Manhattan le recordaba lo mucho que le gustaba viajar, explorar, y a su vez, darse ese pequeño calor humano que solo ella sabía darse. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que viajó?

Habían sido dos semanas difíciles, mucho, de hecho. Al menos para ella. El arte de fingir nunca se le había dado muy bien. Odiaba hacerlo. Odiaba tener que reprimir sus sentimientos, sus emociones y hasta sus propios pensamientos, pero también odiada la idea de ser el centro de atención por sus inestabilidad emocional. 

Intentó recordar cuando fue la última vez que se sintió plenamente feliz y no obtuvo respuesta. Había pasado mucho desde entonces. La sensación de extrañarse a sí misma era algo que siempre estaba presente en sus días. No dejaba la idea que quizá, y solo quizá, en algún momento encontraría todas las respuestas, pero llevaba mucho tiempo esperando. Allí mientras caminaba, en una pequeña zona de Manhattan, recordó lo tétrico, abrumador y escalofriante que habían sido sus noches pasadas. Sin duda una experiencia que no quería volver a repetir. Sabía que no lo merecía, y que tampoco valía la pena, y así muchas noches intentó convencerse que estaba haciendo lo correcto. 

Era insuficiente, porque ese vacío en su interior vivía para recordárselo. Faltaba, le gritaba el subconsciente, pero en el fondo estaba consciente. Una realidad ajena, superficial, y un poco incoherente. No era lo que necesitaba. Nadie en su sano juicio necesitaba eso. 

Macarena había pasado noches enteras en vela, con insomnio, con el corazón muchas veces en la boca, en las manos, en los nervios y en las ganas, pero era eso y solo eso. No olvidó lo importante, al menos lo que tantas veces Helena se había encargado de repetirle incesantemente. Algunas veces pensó que de pronto estuviera exagerando, que no era para tanto, que siempre existirían otros días, otras promesas, quizá las mismas promesas vacías, pero siempre habría un después, o eso quería creer después de todo. Luego llegaba otro golpe de realidad, ese que muchos ignoran por la falta de amor propio, por la falta del cariño sincero, por muchas otras razones que no entendía, pero sabía que existían. Ella siempre lo supo y llegó ignorarlo hasta que recordarlo fue su única opción. 

Algo tan fuerte como aquello no podía simplemente ignorarse. 

Pero tampoco podía romperse de raíz. ¿Cómo arrancas algo que sientes tuyo pero que nunca te perteneció?

Esa era una de sus tantas preguntas sin respuestas. 

Desde esa noche, Macarena se había prometido avanzar. Lo merecía después de todo. Había llegado a la conclusión que estaba corriendo detrás de un imposible, y la vida era muy corta para estar perdiéndose en alguien que siempre huye de ti. Otras veces, quería continuar, más que todo por las noches, cuando estaba sola, en su habitación, desganada, pensando en las ironías de la vida. Todo le daba vueltas, el mismo mar donde se había ahogado en un principio. Era difícil, lo reconocía, pero su lado valiente, que muy poco salía a la luz, estaba allí, diciéndole que todo estaría bien, que solo era una faceta y que no era para tanto, pero para ella lo era todo. 

Cuestionó más de una vez sus propios pensamientos, encontrándose contra la espada y la pared, entre el deseo y la razón. Nunca se había visto como mujer que actúa bajo impulsos, pero ese deseo crudo la estaba carcomiento hasta hacerla perder la razón en más de una oportunidad. Lo había hecho muchas veces y por supuesto, no estaba orgullosa de reconocerlo, pero no podía evitarlo, o sí, pero no quería, porque después, no tendría algo que contar. 

[ [ ꪶíꪀꫀꪖડ ρꪖ𝕣ꪖꪶꫀꪶꪖડ ] | | 𝐁𝐚𝐫𝐛𝐚𝐫𝐞𝐧𝐚 AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora