Capítulo 31. [Colisión]

814 107 9
                                    

Con la mirada perdida y el rostro pálido, la morena dejó caer la copa que estaba entre sus finos dedos mientras todo a su alrededor giraba con mucha lentitud sintiéndose extremadamente mareada. 

La mano firme de Macarena la sujetó por el brazo cuando inestablemente, se tambaleó sobre sus zapatos de tacón. Elisabeth, quien estaba a una escasa distancia, vio el rostro de la castaña lleno de preocupación. 

—Llévatela. Sácala de este lugar—Macarena la vio con desconcierto. 

—Buenas noches—se escuchó la voz de una mujer haciendo acto de presencia en el restaurante. Macarena la reconocía, sabía quién era, la había visto muchos meses atrás pero no estaba segura. Luego de meditarlo, lo pensó y solo había una persona que podía afectar tanto a su ahora, novia, de esa manera. La hermana de su padre, su tía, la que nunca conoció, el primer amor de Bárbara. 

Las miradas entre ellos fueron simultáneas y en ellas solo había pánico, temor, incertidumbre. 

—¿Qué haces aquí?

Ella dirigió la vista hacia Alonso, quien llegaba justo al lado de Macarena y de Bárbara. Sáhara vio como sus manos estaban tomadas y sintió pena, decepción quizá. 

—He vino por ella—se refirió a Bárbara. La morena seguía ajena a todo. Estaba dispersa en sus propios pensamientos—. Veo que después de todo, si logró su propósito de engatusar a mi sobrina. Qué lástima que te hayas prestado para este circo, Alonso. Hablé contigo porque creí que harías algo al respecto, que la alejarías, así como quisiste hacer conmigo años atrás cuando supiste que me había enamorado de ella. Sinceramente, esperaba algo mucho mejor de tu parte. 

—No es el momento ni la ocasión, así que no hagas ningún espectáculo. Hablaremos, pero no aquí ni ahora. 

Sáhara negó riendo. 

Ella no quería hablar precisamente hablar con él. 

—No quiero hablar contigo, Alonso. Con nadie de hecho—los vio a todos posando sus ojos firmemente luego en la morena—. Bárbara, necesito hablar contigo. 

—No—Macarena se aferró más a su agarre después que sintió la tibia mano de Bárbara soltarse de la suya—. No es necesario—pero Bárbara no la escuchó. 

Su corazón se estrujó cuando Bárbara dio un paso hacia adelante invitándola a salir del lugar. Ella sonrió victoriosa, viendo cómo la morena la prefería por encima de todos, incluso de su sobrina. Salió en silencio, pero no se percató que Macarena la había vuelto a sujetar del brazo. 

—Tengo que hacerlo—le dijo la morena con tristeza—. Voy a regresar pronto, lo prometo. 

—No dejes que te confunda, Bárbara. Esa mujer lo único que quiere es dañar su momento y tú no puedes permitirlo. Perdió la batalla y la guerra, no lo soporta, y está buscando la manera de vengarse también—le dijo Elisabeth. La morena asintió. 

—Eres lo único que me importa ahora, Macarena. Por favor, no dudes de mi. 

Y salió de aquel lugar dejando a todos con un sabor de bocas desagradable. 

La castaña quería correr detrás de ella y suplicarle que no la dejara, que le dolía el hecho de haber preferido dejar su celebración a medias por irse tras ella, pero también quería que finalmente Bárbara lograra encararla, soltar su pasado y que la perdonara por todo el daño que le había causado pero, también sabía que desear aquello era demasiado. Que ni siquiera ella sabía si podría lograrlo imaginando estar en su pellejo. 

No habían hablado a profundidad del tema. No quería los detalles de su relación pasada, tampoco era agradable el hecho de imaginarse a la morena con su tía años atrás, pero era una realidad que no podía ignorar. Ese era su pasado, una conversación en espera. 

[ [ ꪶíꪀꫀꪖડ ρꪖ𝕣ꪖꪶꫀꪶꪖડ ] | | 𝐁𝐚𝐫𝐛𝐚𝐫𝐞𝐧𝐚 AUWhere stories live. Discover now